IU-Verdes Lorca traslada las quejas de vecinos y comerciantes de Alameda de Cervantes por la lentitud de las obras

Martín lamentó que, a falta de tres meses para que concluya el plazo de ejecución, no se hayan completado ni el 40% de las actuaciones. El PP no ha aprendido nada de las experiencias en los barrios de La Viña o San José, en los que el comercio se resintió gravemente por la caótica planificación de las obras, hasta el punto que muchos establecimientos no han podido levantar cabeza o han tenido que cerrar definitivamente

La concejala de Izquierda Unida-Verdes de Lorca, Gloria Martín, ha trasladado al equipo de Gobierno municipal la "lentitud" en la ejecución de las obras de renovación integral de la Alameda de Cervantes de Lorca, y de las calles y espacios próximos.

Los trabajos, con un coste de 3,2 millones de euros, se iniciaron el 25 de julio del 2017 y tenían un plazo de ejecución de ejecución de 12 meses. A falta de tres meses para que concluya el mismo, no se han completado ni el 40% de las actuaciones.

A tenor del escaso número de operarios que trabajan en la zona, "no nos extraña el ritmo lento que se está imprimiendo a la obra", dijo Martín. "En algunos puntos apenas hay dos obreros", aseguró Martín, quien se preguntó si la falta de trabajadores obedece a una actitud "cicatera" de la empresa concesionaria o a que, como sucede en las obras de San Fernando, la CARM tampoco cumple con los pagos. Sea cual sea la causa, la edil exigió "el cumplimiento de los plazos" para que se "minimicen" los perjuicios que están causando a los vecinos y comerciantes afectados.

La concejala de IU-Verdes lamentó que el PP "no haya aprendido nada" de las experiencias en los barrios de La Viña o San José, en los que el comercio se resintió gravemente por la caótica planificación de las obras, hasta el punto que muchos establecimientos "no han podido levantar cabeza o han tenido que cerrar definitivamente". "Prometieron que en la Alameda de Cervantes los trabajos se ejecutarían por tramos pero la realidad es que la vía está picoteada casi en su totalidad, con aceras levantadas desde hace meses", explicó. Esto supone un "daño terrible" para la actividad comercial de la zona y para la adecuada accesibilidad de peatones y vehículos.

Martín recordó que los comerciantes afectados no han recibido ninguna ayuda ni beneficio fiscal que contribuya a paliar los efectos nefastos que para su actividad tienen las obras.

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