La Comunidad finaliza la evaluación de las viviendas sociales dañadas por el terremoto de Lorca e inicia su rehabilitación

Las 22 viviendas sociales de Cañada Morales y las 19 de San Pedro ya han recibido el código verde

Las obras se centran en la eliminación de los elementos peligrosos y la posterior reparación y rehabilitación de las viviendas, destinadas a las familias lorquinas con menos recursos

El consejero de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, José Ballesta, indicó hoy que el Gobierno regional, a través del Instituto de Vivienda y Suelo de la Región (IVS), "ha finalizado la evaluación de las viviendas sociales de titularidad autonómica dañadas por el seísmo de Lorca y ha iniciado los trabajos de rehabilitación, cuando se cumple una semana del terremoto".

El consejero visitó hoy los grupos de viviendas sociales destinados a aquellas familias lorquinas con menos recursos, acompañado por la directora gerente del IVS, Juana Castaño, e indicó que "las obras para la eliminación de elementos peligrosos se están llevando a cabo con la mayor celeridad y han movilizado a 24 operarios, que trabajan bajo la supervisión de técnicos y arquitectos".

José Ballesta aseguró que "los trabajos de inspección realizados por los técnicos de la Comunidad permitieron que el pasado lunes las 22 viviendas de Cañada Morales y las 19 de San Pedro recibieran el código verde, lo que ha permitido que las familias inquilinas hayan recuperado la normalidad".

Asimismo, se han iniciado las obras de rehabilitación de las viviendas de promoción pública del barrio de San Diego. "Los primeros trabajos se han centrado en la eliminación de los elementos peligrosos, con el fin de que las familias puedan volver a sus viviendas lo antes posible", indicó el consejero, quien añadió que "el siguiente objetivo en el que el IVS está trabajando es la reparación y rehabilitación de los daños en cada una de las viviendas afectadas".

Por otra parte, el consejero indicó que los operarios han apuntalado el grupo de viviendas del barrio lorquino de San Fernando, cuyas estructuras estaban dañadas parcialmente y, por lo tanto, marcadas con el código rojo.

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