El alcalde de Lorca, Francisco Jódar, ha firmado esta mañana un convenio con Feliberta Tena Nogales, directora de la Comunidad Obra Social Santa Luisa de Marillac-Escuela Infantil San José de Calasanz, por el cual el Consistorio lorquino subvencionará a esta entidad con 25.000 euros para la realización de un programa de ayudas a las familias durante 2008, denominado AFA.
La concejal de ONGs del Ayuntamiento de Lorca, Mari Carmen Ruiz, explicó que “este año se ha incrementado en 3.000 euros la ayuda para que la Escuela Infantil San José de Calasanz realice este proyecto, que pretende ser un recurso que dé respuesta a las necesidades actuales de 30 familias con niños, a la vez que se colabora en la prevención e integración de los menores y sus familias, desestructuradas social y económicamente.
Como principio básico de actuación destaca la nivelación de los desajustes y compensación de las carencias biopsico-sociales de los menores, provenientes de sus limitaciones personales y/o de su entorno familiar, escolar y social.
Del mismo modo se pretende facilitar la integración y socialización de los menores y su relación con la familia, mediante una incorporación progresiva a la dinámica del centro, respetando en lo posible su propio ritmo, como paso previo a una integración paulatina en otras instituciones y recursos normalizados de la zona, a fin de que tanto los padres como los hijos adquieran las habilidades sociales mínimas necesarias para relacionarse con su entorno de forma eficaz. Igualmente el proyecto persigue el desarrollo de la formación de todos los agentes educativos que trabajan en el proyecto mediante programas concretos, para lograr la consolidación de un equipo educativo plural, solidario y participativo que mejore la calidad del servicio mediante una atención individualizada e integral que sea modelo de aprendizaje para los niños.
La Escuela Infantil San José de Calasanz, con la colaboración del Ayuntamiento de Lorca, trabajarán con este proyecto para compensar todo tipo de desigualdades; proporcionar a los niños experiencias básicas que contribuyan al desarrollo de sus potencialidades y a sus primeros aprendizajes y satisfacer sus necesidades básicas de higiene, alimentación y salud. Al mismo tiempo, se fomentará la autoestima de los menores, proporcionándoles seguridad y afecto.
En la misma línea, se realizará la intervención educativa según el estadio evolutivo y llevando a cabos los reajustes necesarios; atendiendo a los menores y a su familia natural en aquellos aspectos deficitarios para su correcta socialización. Por último, se implicará a los padres en el proceso educativo y la atención adecuada de sus hijos en los primeros años de vida.
