La concejal de Sanidad del Ayuntamiento de Lorca, Antonia López, ha informado de que el Consistorio Municipal ha editado 2.500 folletos con contenido informativo con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud. López Moya ha explicado que el lema de este año es combatir la resistencia a los antibióticos haciendo un uso adecuado de los mismos. Esta publicación será repartida en los centros de salud de Lorca y posteriormente en la Feria de la Salud que se va a desarrollar durante los días 27 y 28 de abril.
Antonia López ha indicado que la resistencia a los antimicrobianos es el fenómeno por el cual un microorganismo deja de verse afectado por un antimicrobiano al que anteriormente era sensible. Los microorganismos resistentes (entre ellos las bacterias, los virus y algunos parásitos) son inmunes a los efectos de los antimicrobianos, como los antibióticos, los antivíricos o los antipalúdicos, de modo que los tratamientos habituales se vuelven ineficaces y las infecciones persisten y pueden transmitirse a otras personas. La resistencia es una consecuencia del uso de los antimicrobianos, y en particular de su abuso, y surge por mutación del microorganismo o adquisición de genes de resistencia.
Esta incidencia viene siendo motivo de preocupación mundial puesto que las infecciones por microorganismos resistentes no responden a los tratamientos habituales, lo cual prolonga la duración de la enfermedad y aumenta el riesgo de muerte.
Este hecho, además, pone en peligro el control de las enfermedades infecciosas, y reduce la eficacia del tratamiento, con lo que los enfermos persisten infectados por más tiempo, hecho que a su vez propicia la propagación de los microorganismos resistentes a otras personas. A causa de ello, desde diferentes estamentos científicos se ha advertido de que existe el riesgo de que muchas enfermedades infecciosas se vuelvan intratables, lo cual podría echar por tierra lo que se ha conseguido para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud para el año 2015.
La resistencia antimicrobiana encarece la asistencia médica, puesto que las infecciones dejan de responder a los medicamentos de primera línea. Por ello hay que recurrir a productos más caros. La prolongación de la enfermedad y del tratamiento, a menudo en hospitales, también aumenta los costos asistenciales y la carga económica sobre las familias y la sociedad. La resistencia del VIH a los medicamentos antiretrovíricos es un motivo de preocupación cada vez mayor.