La concejal del Grupo Municipal Socialista, Isabel Casalduero, ha denunciado "el lamentable estado que presenta, a día de hoy, el edificio más emblemático del patrimonio lorquino: la Colegiata de San Patricio. Hablamos de un edificio declarado monumento Histórico-Artístico desde el año 1941. Uno de los mayores exponentes del patrimonio de nuestra ciudad, epicentro del conjunto monumental de la Plaza de España y centro neurálgico de nuestro casco histórico; cuyo arreglo está previsto a través del Plan Director para la recuperación del Patrimonio de Lorca".
Casalduero ha declarado que "mientras los créditos se comprometen, se anuncian las actuaciones de manera reiterada aunque muchas veces no llegan a materializarse. Mientras tanto, la Colegiata presenta un estado de dejadez inadmisible, debido a la inacción del equipo de Gobierno. Creemos que no es incompatible la espera de la financiación necesaria para el arreglo del templo con el llevar a cabo las actuaciones oportunas en el mismo para evitar su progresivo deterioro así como un adecuado mantenimiento".
La responsable socialista ha destacado que "cualquier ciudadano que quiera pasear por el casco histórico de nuestra ciudad, puede comprobar a simple vista de qué estamos hablando. En las zonas visibles del edificio no dejan de crecer matas y acumularse basura que no hace más que alterar la belleza del edificio y dar una imagen deplorable de la ciudad. No podemos comprender de qué manera el reclamo turístico de Lorca desde los terremotos es el eslogan "abierta por restauración"; permitiéndose que los visitantes se lleven esta imagen de apatía del equipo de Gobierno con respecto a su patrimonio. Resulta penosa la imagen que estamos dando a quienes nos visitan con el interés de conocer cómo va el proceso de reconstrucción de la ciudad y se encuentran con esa visión de la localidad".
Isabel Casalduero ha finalizado pidiendo al equipo de Gobierno Municipal que "actúe con rapidez para solucionar el problema que presenta el estado actual del carrerón y entrada principal de la Colegiata; con el fin de poner fin a un doble problema: la imagen de pasividad ante nuestro patrimonio a quienes nos visitan y el deterioro que esa dejadez puede causar en el edificio".