"Supondrá la anegación total de la Rambla de Tiata en el tramo que va desde Puente Nuevo a su conexión con el Guadalentín, y provocará la desaparición de una importante obra hidráulica que forma parte del patrimonio de la ciudad".
El portavoz municipal de IU-Verdes José García Murcia manifiesta asimismo que el alcalde Jódar empieza su nuevo y tercer mandato con muy mal pie, ya que a pesar de reiterar su voluntad de diálogo con la oposición y con la sociedad lorquina, ya ha anunciado el comienzo de la obra sin que el proyecto haya sido oficialmente presentado ni haya pasado por ninguna Comisión Informativa Municipal.
Para García Murcia esta obra será de las más trascendentes e importantes por su magnitud, coste e impacto urbanístico, que abordará Lorca en los próximos años y precisamente el gobierno municipal está sustrayéndola del debate político y social, para aplicar criterios de dudoso rigor apoyados fundamentalmente en el atrevimiento, la ignorancia, la irresponsabilidad, y la escasísima conciencia colectiva de ciertos concejales y del propio alcalde, que apuestan por lo inmediato sin respeto al pasado y sin visión estratégica de futuro, lo que demuestra su mediocridad política. (Precisamente el anuncio de esta obra coincide con las previsiones conservacionistas anunciadas por el alcalde de Murcia respecto al patrimonio de su huerta y su regadío).
En opinión del concejal García Murcia, además, el proyecto arranca en un Plan General de Ordenación Municipal evidentemente fracasado, pero que en cualquier caso altera sus previsiones al utilizar el "Sistema General de Espacios Libres" allí contemplado, para el trazado de los viales. Sin duda la obra requeriría previamente de una modificación de Plan General que inevitablemente tendría que pasar por la aprobación del Pleno Municipal. En este sentido el concejal ha manifestado que solicitará a la concejalía de urbanismo los preceptivos informes jurídicos y técnicos sobre el particular.
Por otra parte, el concejal dice no comprender como dos potentes organismos, cuales son la Comunidad de Regantes de Lorca y la Confederación Hidrográfica del Segura se muestran tolerantes con el proyecto. A su juicio están haciendo una gran dejación de su altísima responsabilidad con el regadío lorquino y con el aprovechamiento de aguas pluviales. En consecuencia IU-Verdes también solicita los considerandos e informes de dichos organismos al respecto.
Igualmente García Murcia cuestiona el procedimiento de financiación de los tramos de obra anunciados ya que el Ayuntamiento ha debido nutrirse precisamente del préstamo ICO previsto para la indemnización a los damnificados de los terremotos, y su restitución a través de los Fondos Feder está sujeta a la terminación de obra antes de enero 2016, lo que es altamente improbable. Y cuestiona también la viabilidad del total de los cuatro tramos en los que está seccionada la Ronda Central a efectos de proyecto, ya que ni está realizado el proyecto en su totalidad ni tampoco está prevista la financiación del conjunto.
Por último, el concejal entiende que el proyecto más que ser un vehículo de conectividad entre Santa Quitería y el Centro de Lorca, podría ocasionar una nueva barrera urbana, más férrea e infranqueable que la propia Rambla de Tiata.
Por todo ello, García Murcia considera el proyecto de "alto riego urbanístico, paisajístico, patrimonial y económico". "La prudencia que el alcalde exhibe en otros asuntos está claro que no le está acompañando en este asunto".