Se trata de una amplia serie integrada por sillerías, mesas, arcones, bargueños, una cama y un entredós. Estamos hablando de piezas de los siglos XVII y XVIII que presentaban deterioro por el paso del tiempo y la presencia de xilófagos.

El Alcalde de Lorca, Francisco Jódar, junto a los Concejales de Cultura y Empleo en el Ayuntamiento de Lorca, Agustín Llamas y Lali Ibarra, han supervisado los trabajos de recuperación del mobiliario que atesoraba el Palacio de Guevara, el ejemplo más destacado de barroco civil en el mediterráneo. El variado estado de conservación en que se encontraban todos estos bienes muebles hacía aconsejable su restauración en unos casos, o recuperación en otros, lo que va a permitir su exposición en las mejores condiciones posibles así como su conservación a largo plazo.

El Primer Edil ha señalado que los trabajos se han ejecutado orientados a la recuperación de los bienes que integran la colección del Palacio de Guevara, contemplando una profunda tarea de revisión, limpieza y reparación de los muebles. Para realizar ese trabajo se ha aprovechado la disponibilidad de los profesionales integrados en los talleres de la Concejalía de Empleo, subrayando de forma concreta el buen hacer del jefe del taller de madera, Manolo Mateo, y del restaurador Antonio García Rico, que en la actualidad imparte un curso de Talla Artística.

Jódar Alonso ha explicado que los alumnos de este taller han colaborado activamente en cuestiones propias de su formación práctica, tales como limpieza de maderas, reposición de pequeñas tallas, así como en dorado y policromía. Muchas piezas de la colección, sobre todo pinturas, están precisando de una intervención especializada urgente para detener su deterioro y devolverles, en la medida de lo posible, su aspecto originario.

El Alcalde ha manifestado, por su parte, que entre los muebles recuperados, destacan los arcones de los siglos XVII y XVIII, que han quedado limpios de pinturas y aceites que afectaban gravemente su estructura y contemplación, así como de xilófagos que amenazaban su conservación. Las intervenciones, caracterizadas por un respeto total al elemento original, se han limitado a recomponer estructuras afectadas y tratar las piezas de soporte que presentaban muy mal estado por el uso y la humedad.

Jódar Alonso ha expuesto que otros muebles, tales como mesas, sillerías, bargueños y entredós, también han sido sometidos a una limpieza exhaustiva, destacando el trabajo de reajuste de las numerosas piezas que componen la cama de palillos de estilo portugués que se encuentra en el dormitorio principal. La revisión del mobiliario que hasta ahora se ha tratado ha permitido un mejor conocimiento de cada pieza y la rectificación oportuna del inventario en cuanto a datación y materiales.

El Primer Edil ha anticipado que uno de los objetivos prioritarios para los que se está trabajando por parte de esta área del Consistorio Municipal es proceder a las contrataciones para recuperar los grandes lienzos del pintor lorquino Camacho Felices que aún están pendientes. Se trata de cuadros de finales del siglo XVII, así como otras pinturas de indudable interés tales como los 6 cobres flamencos del taller de los Francken, fechables a mediados del siglo XVI, o el gran lienzo de la Inmaculada que adorna la escalera de la Casa junto al retrato de don Juan de Guevara.

Tras la restauración arquitectónica del mencionado inmueble de los daños que sufriera con los terremotos de 2011, se emprendió la tarea de musealización del edificio para la que ya hay redactado un proyecto museográfico que permitirá mostrar con coherencia expositiva la extensa gama de bienes muebles que conforman la colección de la Casa, entre los que se incluyen pinturas, esculturas, grabados, litografías, muebles de distintas épocas, instrumentos musicales, cerámica, cristal e incluso armas.

Curiosas piezas de armería.

Junto a los elementos puramente mobiliarios del Palacio de Guevara, cabe destacar la presencia de una serie de 7 floretes de esgrima del siglo XIX junto con varias caretas protectoras y protectores de las espadas (tapones), además de 4 sables de caballería, así como una serie de armas de fuego datables en el siglo XVIII compuesta por 3 pistolas, 1 trabuco y una espingarda (antecedente del fusil). Se trata de una serie de elementos que pertenecieron a los propietarios y moradores de la Casa y que aparecieron años atrás en la estancia destinada a biblioteca.