Los socialistas exigen al equipo de gobierno del PP que trabaje para que estas actuaciones se contemplen como prioritarias en el plan de restauración de las instalaciones mineras abandonadas, que la CARM prevé ejecutar durante la próxima década con fondos FEDER
El concejal del PSOE, David Romera ha informado de la necesidad de que se acometa un ambicioso proyecto integral para la recuperación y puesta en valor de las instalaciones minero-industriales y la singularidad geológica que ofrece la Sierra de Serrata, para convertirlo en un nuevo producto turístico que vendría en enriquecer el rico patrimonio de Lorca. También, ha vuelto a reclamar la puesta en valor del legado minero de Almendricos, para lo que desde hace años hay sobre la mesa la creación de un museo.
Para ello, pide al PP para incorporar estas actuaciones en el plan de restauración de las instalaciones mineras abandonadas, que la CARM prevé ejecutar durante la próxima década con fondos FEDER.
Asegura que Serrata "ofrece grandes posibilidades para su explotación como recurso turístico ligado a la actividad minera e industrial que históricamente ha supuesto la extracción y refinado del azufre así como aprovechar la excepcionalidad que tiene esta sierra desde el punto de vista geológico (sedimentológico, estratigráfico, mineralógico, geomorfológico y paleontológico), lo que le convierte en un espacio con un interés científico internacional", al nivel de la falla tectónica de Alhama o el macizo rocoso de Cabo Cope, según fuentes de la Asociación Española de Geólogos o la Asociación Murciana de Mineralogía.
En la actualidad, aclara el concejal socialista, "existen una serie de edificios y estructuras en varios sectores de la Sierra de Serrata, como en Zarzadilla de Totana o en la carretera del Pantano, que merecen ser conservados para la posteridad por su interés arquitectónico y funcional, y así evitar que desaparezcan para siempre como ocurrió recientemente con la Cementera Holcim, símbolo del Desarrollismo económico de la década de 1960".
Por ejemplo, en la carretera del Pantano, en el extremo suroeste de la sierra, existen dos grandes hornos de la década de 1940 cuya estructura de mampostería y bóvedas de ladrillo está prácticamente íntegra, pero muy degradada, así como diferentes pozos, bocaminas, galerías y las características chimeneas de respiración.
En la carretera de la Zarzadilla de Totana, existen los restos de un complejo minero-industrial en avanzado estado de ruina, pero que algunos de sus edificios son recuperables para convertirlos en la sede de lo que pudiera ser un "Centro de Interpretación Minero-industrial y Geológico de Serrata": se trata de una de las llamadas "fábricas de beneficio" donde estuvo situada la célebre mercantil "Azufres de Lorca, S.A.", antecesora de otras como la "Compañía Franco-Española de Azufres de Lorca", de capital francés (1890-1930), dueña del "Coto Felicidad", de 360 hectáreas y más de cien minas, que ocupaba la mayor parte de la sierra.
Romera insiste en que la recuperación de estos edificios "debe ir acompañada de un objeto científico y sobre todo didáctico" donde se expongan, por un lado la riqueza geológica de la zona, "donde es habitual que aparezcan en las escombreras de residuos mineros, magníficos cristales de azufre, de celestina, calcita o cuarzo, así como los famosos fósiles de peces y crustáceos que aparecen impresos en la roca"; y por otro lado, quede tematizado "el complicado y penoso proceso de extracción y refinado del azufre en las minas de Serrata, que llegó a emplear a finales del siglo XIX a más de 600 obreros (muchos niños), cuando Lorca se convirtió en el principal productor de azufre de España" con 5.000 toneladas anuales, ostentando la marca "Gallo" gran prestigio en el extranjero por la pureza del azufre extraído.
Por último, el edil remarca que es "del todo necesario" que se proceda cuanto antes a la señalización y cerrado de todos aquellos pozos (hay censados cerca de 200) que aparecen sin protección alguna y que son extremadamente peligrosos. También reivindica que se aplique en Serrata la Ley de Patrimonio Regional de 2007 "con el fin de fomentar la protección de este enclave singular y detener aquellas actuaciones antrópicas agresivas que lo están destruyendo en forma de roturaciones o movimientos masivos de tierra o actividades industriales diversas".