Hoy ha mentido de forma vergonzosa, diciendo que el PP "había tenido 6 meses para poner en marcha las cámaras de vigilancia en las calles", cuando la realidad es que el permiso no se obtuvo hasta el 21 de marzo.
El alcalde de los socialistas debería controlar la incontinencia verbal de sus concejales, que están más preocupados por insultar a sus compañeros de corporación que por gestionar sus áreas de competencia.
Es igualmente ridículo que el PSOE se gaste casi 800.000 euros en coches en plena crisis del coronavirus, cuando más falta hacen esos recursos económicos para las familias, autónomos, pequeños empresarios y emprendedores.
Es evidente que Lorca está parada, más sucia y mucho peor que hace un año. Los lorquinos se merecen el gobierno que votaron y un cambio cuanto antes.