Pese a las llamadas diarias e insistentes, el Sr Mateos continúa sin ni siquiera intentar atajar estas situaciones, y en vez de poner agentes de policía en los lugares donde se producen, ha puesto un contenedor para reciclar el vidrio, con el lógico enfado de las personas afectadas, que lo consideran una “ridícula burla”
La concejal de Participación Ciudadana en el ayuntamiento de Lorca, Mari Huertas García, ha informado que desde hace varios meses, y con especial intensidad en las últimas semanas, vecinos de múltiples enclaves de nuestro término municipal se están poniendo en contacto con nuestro grupo municipal para trasladarnos sus denuncias por la proliferación de “botellones” en diferentes espacios públicos.
Hemos de indicar que hemos remitido estos hechos al actual gobierno local, sin que se haya tomado medida alguna, ya que los vecinos nos han insistido en sus quejas de forma reiterada, mostrando su incomprensión por la pasividad y completa dejación de responsabilidad por parte del alcalde del PSOE en este asunto.
Uno de los ejemplos que suscita más quejas de los propios vecinos es el del solar que habitualmente sirve de aparcamiento en la zona alta del barrio de San José, junto a una guardería. En este lugar se suceden de forma periódica botellones, que han sido denunciados una y otra vez tanto al actual gobierno local como a los responsables de la Policía Local, sin que se haya atajado el problema, ni se hayan arbitrado soluciones.
La realidad es que los botellones continúan y sus consecuencias, especialmente la acumulación de desperdicios, vasos y botellas de alcohol rotas, se agravan. Esta situación, fue puesta en conocimiento del actual alcalde, y la solución aplicada no ha sido la de establecer un operativo de vigilancia por parte de la Policía Local que ataje este tipo de conductas incívicas, sino que, sorprendentemente, ha instalado un contenedor para el reciclaje de vidrio.
Ante esta insólita “solución” del alcalde de Pedro Sánchez, los vecinos afectados, obviamente, nos han vuelto a trasladar su denuncia por una reacción que consideran impropia de un político responsable y una “ridícula burla”, que ha levantado su indignación.
Ante la pasividad del actual alcalde, algunos vecinos han optado incluso por dirigirse directamente a estos grupos de incívicos, que no respetan ni el descanso de las personas, ni el mobiliario urbano, dejando a su paso un rastro de basura, cristales rotos, latas, restos de comida... además de orinarse en mobiliario urbano y romper los precintos establecidos en las zonas de juegos infantiles de los parques.
Este tipo de hechos se están registrando de forma continuada en lugares como la rambla de Tiata (bajo el puente de La Torta), aparcamiento de La Quinta, en el barrio de San José, el parque de La Verdad, junto a las instalaciones de nuestro Campus Universitario, el Calvario, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), parque del barrio de San Antonio, carretera sin salida que da acceso a la subestación de La Hípica y Rambla de Las Señoritas, entre otros sitios.
Desde el Partido Popular compartimos la indignación de estos lorquinos, ya que no estamos hablando de botellones esporádicos en lugares desconocidos, sino que la Policía Local y el actual alcalde saben perfectamente cuándo y dónde se producen, y que se están repitiendo un día sí y otro también, por eso, en vez de poner contenedores para reciclar botellas de vidrio, exigimos que se active inmediatamente un operativo especial de Policía Local en los lugares indicados. Para ello, los lorquinos contamos con nuestros agentes de policía, tanto uniformados como de paisano, una unidad canina e incluso un drón que puede verificar si se están realizando botellones con total discreción. Tenemos las herramientas y la dotación humana, y exigimos que se active para acabar con el problema.
También queremos hacer un llamamiento particular desde el PP a todos los padres y madres de jóvenes lorquinos que sospechen que sus hijos puedan estar participando en estos botellones, para acabar con esta práctica que, especialmente en la situación actual, constituye un gravísimo riesgo para la propagación del coronavirus, además de provocar molestias a los vecinos y ser una pésima manera para que los jóvenes disfruten de su ocio y tiempo libre. Los padres y adultos hemos de asumir un grado especial de responsabilidad con nuestros hijos y familiares, porque la situación provocada por el COVID-19 así nos lo exige.