A pesar de los inconvenientes de trabajo derivados por la pandemia de Covid, la Asociación Belenista de Lorca, atendiendo a sus principios fundacionales: difundir y conservar la tradición cristiana y popular del montaje de belenes en época de Navidad, y haciendo un esfuerzo humano, ha llevado a cabo el montaje del belén municipal, gracias a la colaboración entre nuestra asociación y el Ayuntamiento de Lorca, con el fin de no dejar a nuestra ciudad sin la “monumental” maqueta belenista que, durante 23 años, viene realizando para que sea disfrutada y contemplada por los lorquinos y los muchos visitantes de otras localidades y comunidades próximas, en la Navidad de 2020.
Según el director artístico: José Carlos Gómez Fernández, el Belén está estructurado en un conjunto de módulos integrados, que ocupan los 36m 2 de las plataformas de porexpan y montañas trabajadas con polietileno extruido de aerosol sobre entramado de urdimbre metálico, todo ello trabajado en el taller, para evitar como siempre dañar el monumento en cuyo patio porticado se articula, al conjunto montañoso se une el impresionante puerto fluvial y la espectacular iluminación de más de 100 focos, que realzan las 400 figuras entorno al pesebre, eje central del belén y alrededor del cual se articulan los distintos misterios de la Natividad del Señor, con la peculiaridad escenográfica de que las construcciones son todas ellas de época de Jesús y más concretamente contemporáneas al emperador Octavio Augusto, bajo cuyo mandato, Belén formaba parte del Imperio romano.
Todas las construcciones han sido investigadas con documentación de la época y tras un proceso de creación original, con unas edificaciones y arquitecturas que pretenden evitar anacronismos, hacen de este Magno Belén un referente dentro de la federación de belenistas de España y por ello ha recibido en prensa el calificativo de “ El más monumental de la región”, meritorio título que en el pasado año consiguió el primer premio de belenes de nuestra comunidad autónoma siendo visitado por más de 30000 personas.
El conjunto se articula en torno a la Palestina del siglo I, destacando los poblados de Nazaret y Belén separados por el monte Carmelo.
Mención especial merece la gran representación de la entrada de la Sagrada familia a Egipto, huyendo de la matanza de los inocentes decretada por Herodes el Grande.
Esta temática ha sido trabajada , a pesar de la pandemia , por el equipo técnico de taller, recreando el gran puerto fluvial de Edfu con sus barcos egipcios y y fenicios, así como el espectacular templo de Horus, dios halcón hijo de Osiris e Isis, que fue construido en el año 237 a.C por Ptolomeo III.
Sus muros servían de hogar para el dios, pero también se organizaba en su interior “la fiesta del bello encuentro” en la que una vez al año la diosa Hathor se veía con Horus en su morada sagrada.
La estatua de la diosa era transportada en un barco de ceremonias hasta encontrarse con Horus que la aguardaba en el templo.
Esta procesión queda plasmada como escenografía principal, para lo cual se han realizado todos los elementos ceremoniales ( carro egipcio, joyas, barca sagrada, plumeros) e implementado el patrimonio egipcio en unas cien figuras únicas, realizadas por la firma “Maestros artesanos”.