• El Partido Popular exige que el alcalde de la cara y explique por qué ha hecho coincidir el inicio de las obras con el del curso escolar. Reclamamos el envío inmediato de una patrulla de agentes de la Policía Local que regule el tráfico a la entrada y salida de los alumnos.
No podía el alcalde del PSOE empezar el curso escolar de peor manera, generando un auténtico caos en el colegio de Campillo que ha llegado a colapsar tanto el área de aparcamiento de los padres y madres del colegio, como la propia carretera que da acceso al centro educativo.
El viceportavoz del Grupo Municipal Popular en el ayuntamiento de Lorca, Ángel Meca, se ha desplazado esta misma mañana al colegio de Campillo a petición de padres y madres del centro, donde ha podido comprobar de primera mano el esperpento que se estaba viviendo a consecuencia de la negligente planificación y nula capacidad de respuesta del alcalde de los socialistas, que se ha desentendido absolutamente del problema que ha generado.
El Sr. Mateos ha tenido la "genialidad" de hacer coincidir el inicio de las obras en el aparcamiento del colegio con el comienzo del curso escolar. Hemos de recordar que esta obra fue adjudicada el pasado mes de abril, y tenía que haber finalizado en julio, pero la pésima planificación de la que viene haciendo gala el alcalde de los socialistas ha retrasado de forma irresponsable la ejecución de los trabajos, de tal forma que precisamente hoy que se inicia las clases, también se inician las obras. Tenían que haber ejecutado las obras coincidiendo con las vacaciones del curso escolar, para no interferir en el desarrollo habitual de la actividad lectiva, pero los trabajos arrancan hoy. Una verdadera calamidad.
Los padres nos han transmitido que no se trata solamente de la incomodidad de no poder aparcar, sino que estamos hablando de un problema de seguridad ciudadana, que afecta a toda la comunidad educativa del colegio, puesto que se están viendo obligados a dejar a sus hijos de cualquier manera. La situación generada es de una profunda inseguridad vial, ya que los vehículos tienen que aparcar incluso sobre la propia acera.
La situación esta mañana era vergonzosa, con decenas de vehículos particulares bloqueando el paso al intentar dejar a sus hijos, los automóviles de los propios maestros, cruzándose con el camión de la empresa que ejecuta las obras, todo ello entre las zanjas que han abierto y los autobuses del transporte escolar tratando de estacionar en algún sitio.
Han provocado un caos impresentable, que mañana mismo se va a ver empeorado porque, ante la estupefacción de los padres y madres, el aparcamiento ha quedado cerrado y clausurado sobre las 9:15 de esta mañana, algo que los ha dejado atónitos, puesto que el compromiso asumido con la comunidad educativa era que las obras estarían acabadas para el inicio del curso, y resulta que han comenzado hoy.
Este parking estará cerrado durante tres meses, de acuerdo con las propias previsiones del ayuntamiento, y durante ese tiempo los padres y madres que llevan a sus hijos al colegio perderán el poco espacio que tenían para estacionar.
Hemos de señalar que el proyecto del alcalde del PSOE reduce a la mitad la capacidad con la que contaba este aparcamiento, y no ha sido consensuado ni con la comunidad educativa, ni con los vecinos afectados, ni con la Asociación de Vecinos, un ejemplo más de cómo entiende el Sr. Mateos la participación ciudadana.
Por si fuera poco, resulta que el Sr. Mateos, que era perfecto conocedor de esta situación desde hace varios días, ni siquiera ha tenido la mínima precaución de haber enviado una patrulla de agentes de Policía Local que regulara el paso, un trabajo que finalmente hemos podido ver cómo lo hacía el personal del propio colegio. De vergüenza ajena. Exigimos que mañana mismo se destine una pareja de agentes que regule el tráfico a la hora de entrada y salida de los alumnos, ya que esta situación es manifiestamente insostenible.
Para colmo, el Sr. Mateos se empeñó en incluir en esta obra una parcela de propiedad privada, pero sin contar con la aprobación de los dueños, que han tenido que detener los trabajos cuando la maquinaria, en concreto una pala, ya se encontraba excavando en su terreno, por lo que tendrá que asumir las labores de restitución del firme a su estado original.