El pasado 5 de diciembre de 2021, en Aguaderas (Lorca), tuvo lugar el pistoletazo de salida de los tradicionales, conocidos Encuentros de Cuadrillas. Así, como viene siendo tradicional, en la Ermita del Sacristán de esta pedanía lorquina, se dieron cita las Cuadrillas para acudir a la preceptiva misa y de esta forma poder entonar y participar con los sones cuadrilleros en la liturgia cristiana.
De esta forma, la Cuadrilla de Torreagüera, venida de la Huerta de Murcia, la Cuadrilla de Ánimas de Zarzadilla de Totana (Lorca) y la Cuadrilla lorquina local de Aguaderas, participaron en la misa oficiada por el padre Kenneth Chukwuka, conocido sacerdote subsahariano del que la cadena Netflix realizó un documental. La Cuadrilla de Torreagüera interpretó la Salve por Aguilando, y después un Aguilando repentizado con los guías de José López Espín, conocido como Pepe de Mula o de Torreagüera, y José Antonio Tornel el Ardilla. Por parte de Aguaderas, interpretó una Pascua, improvisada por el Guion Pedro Sánchez Moreno, y después una Marcha. Y, por último, la Cuadrilla de Zarzadilla de Totana (Lorca), interpretó dos Pascuas, improvisadas por el Guion Emilio del Carmelo Tomás Loba, conocido como Emilio de Patiño, quien contó con la colaboración de su alumno Samuel, hijo de Isa Andreo, bailaora de la Cuadrilla, miembro de la Escuela Lorquina de Trovo Juvenil.
A la salida de misa, las Cuadrillas, como ha tenido lugar tradicionalmente en este encuentro, se distribuyeron alrededor de la Ermita para interpretar los típicos géneros de baile suelto para que el público se incorporara a bailar libremente, como tiene lugar en la cultura cuadrillera. A las tres cuadrillas mencionadas se sumó la Cuadrilla de la Marina de Cope (Águilas) comandada por Miguel Muñoz el Saliva.
Tras el canto y baile del denominado baile suelto, también hubo espacio para el verso improvisado con el canto de Pascuas, tanto en el espacio de la Marina de Cope, como en el de Zarzadilla, produciéndose como es tradicional, el envite y combate de troveros, provocando la risa y el aplauso del público.
Lo religioso y lo social, lo tradicional y lo actual, lo campesino y contemporáneo, el cante y el baile, la pascua y el aguilando… Todo eso, se dio en Aguaderas (Lorca), un año más, culminado por una comida de hermanamiento con el típico arroz y pavo lorquino, como no podía ser menos.