La lluvia caída estos días en Lorca, tan necesaria y tan bienvenida, pone de relieve deficiencias, circunstancias y realidades, que deben corregirse de inmediato y que tienen que ver con la mala planificación urbanística, la incorrecta ordenación del territorio y las ineficiencias de las administraciones llamadas a garantizar, en esos órdenes, la buena ejecución de las obras de todo tipo que se realizan en Lorca.
Así ha comenzado explicando el portavoz local de IU-V, Pedro Sosa, su moción al Pleno municipal para garantizar el sometimiento a la Ley de las obras que en la actualidad se realizan en el Polígono Industrial de SAPRELORCA.
Según Sosa, estos días de lluvia, de nuevo, han vuelto a hacer impracticables dos caminos públicos de la pedanía lorquina de La Torrecilla: el Camino de Cabalgadores y el Camino de Las Rozas. Dos ejes de comunicación que son esenciales para el tránsito y el acceso a un buen número de viviendas y explotaciones agrícolas del diseminado de la citada pedanía de La Torrecilla, que, otra vez más, están siendo los paganos de las obras irregulares que se realizan en la actualidad en el Polígono Industrial Saprelorca, por lo que parece sin los preceptivos permisos, licencias o declaraciones, y sin la correspondiente comprobación administrativa que garantice el ajuste de las actividades que allí se realizan a los intereses públicos.
Sosa afirma que los vecinos del entorno han sido los primeros en poner de relieve estas circunstancias a las dos administraciones con competencias territoriales, urbanísticas y de policía en el asunto que nos ocupa: el Ayuntamiento de Lorca y la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS). El Presidente de la Asociación de Vecinos de La Torrecilla y el de la Asociación para la Defensa del Acuífero del Alto Guadalentín pusieron de relieve ante esas administraciones las obras y movimientos de tierra que se están realizando en la actualidad en el Polígono de Saprelorca, y sus afecciones en las ramblas del entorno, en el curso de las aguas que acaban siendo desviadas y derivadas a zonas pobladas, en los caminos públicos y en las propiedades de decenas de vecinos de aquella pedanía lorquina. Pero sus escritos, lamenta el edil de IU-V, no han sido atendidos por las administraciones compelidas a ello. Algo inconcebible si tenemos en cuenta que el citado Polígono cuenta con una Entidad Urbanística de Conservación que, en teoría, tiene el mandato de colaborar con el Ayuntamiento de Lorca en el control urbanístico y ambiental de las actividades que allí se desarrollan, incluida, claro está, cualquier ampliación de sus espacios.
Se trata de obras que abundan también en el malestar de los vecinos de La Torrecilla por sus efectos añadidos en la configuración del mapa de flujos preferentes, otro de los caballos de batalla que enfrenta a muchos propietarios y vecinos de esta pedanía con la administración encargada de la ordenación territorial en ese ámbito.
El Ayuntamiento de Lorca, afirma Sosa, no es un actor menor en los problemas que aquí nos ocupan. Además de las competencias antes citadas en orden a la protección y garantía de vecinos y de los intereses públicos, tiene, entre otras vinculaciones importantes con esa entidad urbanística de conservación, a un miembro del gobierno local de Lorca, a su teniente de alcalde, vicealcalde y concejal de Economía, Industria, Comercio, Artesanía y Empresas Públicas, como vocal de su Junta Directiva en representación del Ayuntamiento de Lorca.
Con esos antecedentes IU-V exige del Pleno personarse en el lugar de las obras citadas, y con arreglo al ordenamiento jurídico vigente, proceder a paralizar las mismas hasta tanto no se garantice su sujeción a los necesarios permisos y licencias y su correcta adecuación a las normas urbanísticas y territoriales de aplicación que impidan el desvío irregular de los cauces naturales, la impracticabilidad de los caminos públicos del entorno y el riesgo a las viviendas y propiedades agrícolas de La Torrecilla.