Los vecinos de Coy denuncian el abandono que sufre su pedanía y exigen más limpieza, seguridad y que se recuperen las tareas de mantenimiento en sus calles

• La Policía Local dejó de vigilar la pedanía en 2019 y no han vuelto por allí. La limpieza de las calles es un absoluto desastre, están repletas de excrementos de animales, el mobiliario urbano roto y mal conservado, pero los vecinos pagan más impuestos que nunca.

Los vecinos de la pedanía de Coy, uno de los enclaves más emblemáticos de nuestro término municipal, han mostrado su denuncia pública ante el total abandono que sufre este núcleo de población durante los últimos años. Las principales demandas se derivan de la falta de limpieza, que ha provocado que las calles presenten un estado lamentable, repletas de restos de basura, heces de animales, botellas y latas…Lo que está suponiendo un verdadero problema para todos los residentes de la pedanía, que ya han puesto en conocimiento del Ayuntamiento esta problemática en repetidas ocasiones, pero sin obtener respuesta alguna.

El mantenimiento de las calles, plazas y parques de Coy es otro de los motivos de queja por parte de sus vecinos, ya que no se están realizando ni las más elementales tareas de cuidado urbano por parte del Consistorio Municipal. Este abandono ha tenido como consecuencia la degradación de sus espacios públicos, que ofrecen una imagen francamente mejorable. De esta forma, el mobiliario urbano se encuentra sucio, roto y con un nivel de dejadez impresentable.

El presidente del Partido Popular de Lorca, Fulgencio Gil, ha mantenido esta misma mañana una reunión de trabajo con representantes del colectivo vecinal entre los que se encontraba el presidente de la Asociación de Vecinos, Antonio Albarracín. Juntos han tenido oportunidad de recorrer la pedanía para comprobar de primera mano el grado de abandono municipal y las graves consecuencias que está teniendo, y que alcanzan a todos los enclaves de Coy, desde las calles sucias, desatendidas y desprotegidas, hasta juegos infantiles obsoletos y deteriorados, pasando por el más vergonzoso abandono de lugares tan populares como la Playa de Coy o El Calvario, suyo acceso resulta actualmente casi imposible porque permanece plagado de maleza, matorrales y restos de basura, todo ello a pesar de haber sido puesto en conocimiento de los responsables actuales del Consistorio.

Otra de las cuestiones que denuncian los afectados es la total marginación que padecen en materia de seguridad ciudadana. Desde que el actual alcalde impuso la retirada de la Policía Local de las pedanías, los vecinos denuncian que no han vuelto a ver pasar por allí a los agentes. De hecho, sólo se han desplazado allí tras haberse cometido algún delito, pero nada más, y no podemos olvidar el "acierto" que tuvo el actual gobierno local tras comprar coches de policía tan grandes que no caben por las calles de este pueblo y no pueden acceder al mismo.

Fulgencio Gil ha manifestado que los vecinos no se merecen esto. Estamos hablando de una serie de necesidades por las graves deficiencias que sufren en materia de limpieza, mantenimiento y seguridad. Coy necesita más atención, porque se trata de actuaciones del día a día, necesaria para mejorar la calidad de vida de sus vecinos. Hemos recorrido el núcleo de la pedanía junto a los vecinos y está claro que algunos no han venido por aquí desde hace muchísimo tiempo. Lorca tiene que apostar por sus pedanías porque sus vecinos lo merecen. Es obligación de todos los representantes públicos trabajar en la lucha contra la despoblación, algo que no se está haciendo en Coy.

Antonio Albarracín, presidente de la Asociación de Vecinos, ha mostrado su preocupación "porque nuestro pueblo esté de esta forma. Tenemos la necesidad de que esta situación se solucione. Estamos hablando de dejadez y abandono de los servicios esenciales. Rogamos que las pedanías sean tenidas en cuenta, formamos parte de Lorca".

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