• El PP no asiste al acto programado por el gobierno de los socialistas en Lorca: "estamos hartos de la hipocresía de quienes organizan actos de postureo, pero cuando tienen que votar en el Congreso siempre lo hacen para beneficiar a los delincuentes que tienen por socios de gobierno".
El PSOE ha abierto una crisis constitucional con sus leyes, medidas y pactos con quienes abiertamente declaran que quieren destruir el "Régimen del 78", y continúa privilegiando a los que están fomentando la destrucción de este país, concediéndoles indultos e incluso cambiando las leyes por las que han sido condenados.
El presidente del PP lorquino y portavoz en el Ayuntamiento de Lorca, Fulgencio Gil, ha afirmado que hemos decidido no asistir esta mañana al acto de la Constitución que organiza el actual equipo de gobierno del PSOE leyendo artículos de la misma, porque estamos hartos de la hipocresía de quienes el pasado miércoles en pleno votaban en contra de mantener los delitos de sedición o malversación dejando indefensa la Constitución y debilitando las instituciones del Estado, o propician el cierre del Trasvase vulnerando la solidaridad entre las Regiones de España que propugna nuestra Carta Magna, pero luego organizan actos de postureo leyendo artículos en los que no creen. Nos negamos a blanquear con nuestra presencia y participación actuaciones de este tipo y en señal de protesta no acudiremos a dicho acto.
Los verdaderos demócratas, los auténticos constitucionalistas, siempre han abogado por la división de poderes, el consenso entre las fuerzas políticas más importantes, y consolidar el avance de nuestra democracia anteponiendo los intereses de la mayoría de los españoles.
España merece un gobierno que sea capaz de proteger y defender nuestra Constitución, no un presidente que se ha obsesionado con resistir en su sillón cueste lo que cueste, vendiendo España a trozos y pactando con quien sea. Lo último ha sido la reforma del delito de sedición, un cambio dictado por los impulsores de la separación de Cataluña, con el que debilitan el marco constitucional y vacían el Código Penal.
Algunos se han podido acostumbrar, bien por conveniencia política, bien por no molestar a su jefe de filas, pero ese no es nuestro caso. Nosotros somos libres para tomar nuestras propias decisiones y por supuesto no vamos a permanecer callados, ni sumisos ni complacientes ante la deriva populista y radicalizada de un PSOE que a estas alturas ya nadie reconoce.
La hoja de ruta de Sánchez afecta a pilares del Estado de Derecho que nunca antes se había atrevido a cambiar y a cuestionar sin consenso entre los dos principales partidos. Se están pasando líneas que nadie se había atrevido a cruzar en 40 años. Sánchez ha rebasado el límite de responsabilidad de cualquier dirigente. Más allá de la aritmética parlamentaria hay una responsabilidad ética y moral con los españoles y con el cargo, y eso no existe en las decisiones que está tomando el Gobierno