El Portavoz del Grupo Municipal de IU-V, Pedro Sosa, ha comparecido esta mañana ante los medios de comunicación para denunciar lo que parece una nueva metedura de pata en los proyectos de restauración de los elementos más relevantes del patrimonio histórico y cultural de Lorca.
Sosa ha adelantado que las inversiones millonarias que se han ejecutado y se siguen ejecutando en Lorca en materia de rehabilitación del patrimonio cultural, lejos de encauzarse a través de un plan global e integral que aborde con inteligencia la situación del corazón histórico de Lorca, se han limitado a una suma inconexa de actuaciones puntuales en iglesias y casones históricos sin ninguna orden, ni concierto, y sin seguir un plan sistemático de recuperación de lo que sin duda es uno de los mayores potenciales de Lorca sobre el que los gobiernos locales de PP y PSOE no han sabido o no han querido actuar hasta la fecha.
Pero además de esa circunstancia, apunta Sosa, no es la primera vez que unas obras de restauración se han ejecutado pésimamente, y, sin pedir responsabilidades a nadie, se ha tenido que volver a presupuestar y gastar sobre ellas nuevas cantidades millonarias. El caso del Palacio de Guevara es el paradigma de esto que apuntan desde IU-V, con el añadido nada despreciable de que siempre tenemos detrás a grandes empresas llegadas de fuera de Lorca, que recurren a la subcontratación y que parece que lo que menos les importa, ante una administración pública tan poco diligente y exigente, es la calidad de las ejecuciones.
La nueva denuncia de IU-V se centra ahora sobre la restauración de la torre de la Iglesia de Santa María. La torre se encontraba coronada por una balaustrada del siglo XVI muy similar a la existente en la girola de San Patricio. Esa balaustrada requería de un proceso de restauración profundo, con reposición de elementos desaparecidos, pero, lejos de ello, lo que parece que se ha hecho es eliminar completamente los elementos originales y sustituirlos por una balaustrada de nueva factura.
Se trata de una manera de proceder poco ortodoxa y nada acertada, apunta Sosa, que quiere saber qué ha pasado con la balaustrada del siglo XVI, por qué no se han respetado los elementos originales, y cuál ha sido el destino de todo ese conjunto de piedras históricas. En IU-V se preguntan además, si estas piedras a día de hoy están en una escombrera junto a los azulejos de veinte cuartos de baños, si han sido enajenadas o si alguien se las ha llevado para venderlas o para decorar patios o jardines privados.
Sosa ha recordado que, de nuevo, el horizonte electoral del próximo año, parece marcar el ritmo de las obras de rehabilitación de elementos importantes de nuestro patrimonio cultural, cuando las obras que afectan a éste deberían acomodarse exclusivamente a criterios técnicos y a la buena terminación de las mismas. También, de manera tangencial, el edil de IU-V ha criticado que la obra haya podido ser visitada por los dos delegados del gobierno, uno del PP y otro del PSOE, que la Región de Murcia ha tenido durante el transcurso de las mismas, y que nunca se invite a los grupos de la oposición.