Gloria Martín advierte a los lorquinos que extremen las precauciones ante la alerta de gota fría prevista para mañana y critica la pasividad de las distintas Administraciones para llevar a cabo las obras prometidas a los afectados de la riada de 2012
Gloria Martín, concejala de Izquierda Unida Verdes en el ayuntamiento de Lorca, ha comparecido ante los medios para denunciar que no se hayan empezado aún las obras prometidas en el Plan general de Defensa contra las Avenidas del Alto Guadalentín tras las desgraciadas consecuencias de la riada sufrida en el año 2012.
Martín reprocha a los partidos que tienen responsabilidades en el Gobierno de Murcia y de la nación, PP y PSOE respectivamente, que no hayan puesto en marcha ninguno de los compromisos adoptados en el Pleno municipal a instancias de Izquierda Unida para evitar las terribles consecuencias de otra riada. También recrimina al Ayuntamiento de Lorca y al Gobierno Regional que no hayan desarrollado ninguna campaña institucional de sensibilización entre la población local sobre el riesgo de inundación y las formas de actuar antes, durante y después de un suceso de estas características, especialmente entre la población escolar.
Las terribles inundaciones del 28 de septiembre de 2012 causaron cinco muertos y más de 100 millones de euros en pérdidas económicas, así como daños severos en 300 viviendas y 260 granjas y pese a que en este tiempo, según Martín, se han anunciado muchos estudios, anteproyectos y proyectos para poner en marcha el Plan General de Defensa Contra Avenidas del Alto Guadalentín, no se ha hecho casi nada que de verdad sirva para evitar una catástrofe como la vivida en 2012. No hay canales de evacuación, ni se han construido las prometidas presas de laminación en las ramblas de Nogalte, Béjar y Torrecilla.
Para Martín, resulta desolador que el Presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Mario Urrea, haya asegurado que estas tres presas de laminación previstas en el Plan de Avenidas para minimizar los efectos de una riada como aquella, no empezarán a construirse, en ningún caso, antes 2022, cuando hayan pasado diez años de la tragedia.
Tampoco hay nuevos pasos en la vía rápida Lorca-Águilas ni en la antigua carretera de Águilas. Ni hay previsión de que se recuperen los cauces originales, lo que es fundamental para evitar que viviendas y granjas de las pedanías de Campillo y Torrecilla se inunden constantemente en episodios de tormentas.
"Los papeles y las buenas palabricas no sirven para parar la avalancha de agua, ni para evitar la pérdida de vidas humanas, ni para preservar los bienes de las personas y el modo en que se ganan la vida. Cuando todo eso debería ser absolutamente prioritario, lo que encontramos es una parálisis y una dejadez extrema", ha afirmado Martín.
Martín ha lamentado que los vecinos estén igual de desprotegidos que entonces, o quizás peor, porque la extracción de toneladas de áridos de la rambla de Béjar, situada entre los municipios de Lorca y Puerto Lumbreras, ha supuesto la desviación de su cauce con el consiguiente peligro de inundaciones que afectan, especialmente, a los vecinos de varias pedanías de la huerta. Una actuación que contó con licencia municipal, que fue autorizada también por la CHS y que no se ha revertido a pesar del peligro que supone para la seguridad de las personas.