Durante estos días de estado de alarma por la pandemia provocada por el Covid-19, la Iglesia diocesana, a través de Cáritas, sigue trabajando cercana a los más necesitados. En la zona pastoral de Lorca, según explica su vicario, Francisco Fructuoso, mantienen la oficina abierta para poder atender a personas sin recursos y "ayudarles a resolver trámites urgentes o alguna necesidad imperiosa".
Para aquellos que no tienen vivienda, tanto la Cáritas de la vicaría de Lorca como sus Cáritas parroquiales siguen funcionando durante esta pandemia con el objetivo de "estar cerca de los pobres y en una actitud de servicio para con los más necesitados". Un ejemplo de ello es la casa que ofrecen a inmigrantes sin hogar que en este momento se encuentra al máximo de su capacidad, donde viven, se atiende y se ayuda a once personas. "El albergue municipal de Lorca se encuentra también abierto y prácticamente completo", explica el vicario.
Además, siguen trabajando en otros proyectos como el Kilicala (kilo, litro, caja y lata), con el reparto de comida a familias sin recursos; y el economato Mambré, que continúa abierto, "pues se han multiplicado las peticiones de ayuda desde que se decretó el estado de alarma".
Pero los agentes de Cáritas Lorca no sólo están trabajando en su ciudad, también en Puerto de Mazarrón, donde se ha abierto un albergue para atender a todos los transeúntes de la zona. Allí se hospedan cerca de 90 personas con la colaboración de quince voluntarios que se han desplazado desde Lorca y que, hasta ahora colaboraban en el proyecto Proinfancia, dando apoyo escolar y atención a niños en edad escolar, que se suspendió con el cierre de las aulas.