La concejala de Izquierda Unida-Verdes, Gloria Martín, ha trasladado las quejas de usuarios del hospital comarcal Rafael Méndez de Lorca por el cierre del acceso y la sala de espera específicos para pacientes pediátricos que precisan ser atendidos en el servicio de Urgencias, y que fueron habilitados al inicio de la crisis sanitaria generada por el COVID-19.
Además, el espacio para menores que existía en Urgencias con anterioridad a la adopción de estas medidas, ha sido destinado a pacientes con patologías respiratorias, por lo que, actualmente, no hay ningún lugar habilitado como sala de espera infantil.
Por ello, la edil de IU-Verdes ha instado a la dirección del Rafael Méndez a establecer un circuito específico para los menores y sus familiares, minimizando la angustia que a muchos niños les produce encontrarse en un entorno hospitalario. Humanizar las estancias, creando ambientes acordes con las necesidades de los pacientes "distrae, genera más confianza y rebaja la tensión", ha explicado Martín.
Martín también ha reclamado el refuerzo de pediatras en este área, ya que los menores sólo son atendidos por estos especialistas en caso de ser indicado en la zona de triaje y no con carácter general.
Apertura de los centros de salud por la tarde
Por otra parte, Martín ha celebrado el anuncio realizado ayer durante la celebración del Debate sobre el Estado de la Región por el presidente de la comunidad, Fernando López Miras, respecto a la apertura de los centros de salud en horario de tardes. Una medida reclamada con insistencia por parte de Izquierda Unida.
Al respecto, la edil de IU-Verdes ha pedido que no se trate de una medida "temporal" sino "permanente", ya que los problemas de saturación en Atención Primaria "existían ya antes del coronavirus".
Martín recordó que el cierre de centros de salud en horario vespertino decretado por el PP hace siete años ha conllevado una sobrecarga de trabajo "brutal" para médicos y personal de enfermería, y también una merma importante de la calidad asistencial. Además, se ha cebado fundamentalmente con la clase trabajadora, al impedir a muchos usuarios del sistema público de salid acudir a su médico de familia si no es a costa de perder horas de su jornada laboral.
"Médicos y enfermeros necesitan tiempo para poder hablar con sus pacientes, lo que mejoraría la eficiencia, la optimización de recursos, e incluso permitiría reducir listas de espera en especialidades", explicó Martín. Reabrir las consultas en horario de tardes y apostar por la atención de proximidad es, también, una medida inteligente para reducir el gasto sanitario, "ya que la atención en urgencias resulta más cara que la que se dispensa en Atención Primaria", concluyó.