"Lorca está arrojando este agosto datos propios de la transmisión comunitaria del virus y, paradójicamente, estamos mucho más relajados en lo individual, lo social y lo político que al inicio de la pandemia, cuando apenas teníamos uno o dos casos", así de rotundo lo ha expresado esta mañana el Portavoz del Grupo municipal de IU-V en Lorca, Pedro Sosa, quien ha vuelto a instar al Alcalde que se plante ante el Gobierno Regional para exigirle, con relación a la extensión del virus en nuestro municipio, tanto una transmisión de información diaria, ágil, clara y transparente que después fluya desde el Ayuntamiento de Lorca a sus ciudadanos con esas mismas características, como el cumplimiento de sus muchas obligaciones en materia sanitaria.
Sosa sostiene que los datos de Lorca son los peores de la Región: "aportamos poco más del 6% de la población de la Región y en los últimas horas estamos aportando el 25% de los nuevos positivos". Es evidente que, con esos números y con esa dispersión de casos, estamos ante lo que se conoce como "transmisión comunitaria" y que el gobierno Regional debe tensionarse al máximo para combatir eficazmente el virus. Y no es lo que estamos viendo: Sigue sin haber pruebas más generalizadas, más ágiles y realizadas con mayores garantías de seguridad sanitaria para los ciudadanos; seguimos sin saber si los rastreadores existen en Lorca o son sólo una leyenda periodística; Seguimos sin conocer ni la cara que tiene la responsable de la sanidad pública de la CARM en Lorca y seguimos preocupados muy por la evidente falta de control de las cuarentenas impuestas.
Pero además de exigir al Gobierno de la Región, que en opinión de IU se está revelando bastante inoperante ante a gravedad de los datos en Lorca, Sosa también ha exigido que el Gobierno de Lorca cumpla con sus obligaciones. El Alcalde y el concejal responsable de la policía local deberían extremar el cumplimiento de las obligaciones ciudadanas individuales y colectivas relacionadas con la transmisión del virus, además de insistir, con todas las medidas sancionadoras que sean necesarias, en el uso de la mascarilla en los espacios públicos. Es incomprensible además, ha apuntado Sosa, que espacios públicos conocidos por todos como la Quinta, los miradores del Castillo y la sierra de la Peñarrubia, el cauce del Río, los entornos del Huerto de la Rueda... y otros amanezcan muchos días con las huellas de un botellón.