La concejala de esta formación, Gloria Martín, advirtió de la especial vulnerabilidad de Lorca frente a desertificación y la sequía extrema, por lo que pidió al Ayuntamiento la elaboración de un diagnóstico que evalúe los impactos climáticos debidos a la acumulación histórica de gases de efecto invernadero, así como la predicción climática hasta el año 2100, con el fin de planificar estrategias para abordarlos, de las que hay que hacer partícipes a la ciudadanía y a las empresas
La concejala de Izquierda Unida-Verdes, Gloria Martín, ha pedido hoy por carta al Alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, que lidere un pacto contra la Desertificación y la Sequía en el sureste español, mediante la convocatoria de una mesa de regidores que aborde estas problemáticas y su solución.
Martín ha explicado que la explotación insostenible de los recursos hídricos, la contaminación química, o la pérdida de vegetación, son algunas de las causas que provocan estos fenómenos que amenazan con "destruir el modo de vida que conocemos", por "el efecto rebote contra el ser humano cuando la Tierra es maltratada".
La edil de IU-Verdes aseguró que el sureste español es el territorio más castigado de nuestro país por los avances de la desertificación y que, por ello, los regidores de pueblos y ciudades desde Valencia hasta Almería deben convertirse en "punta de lanza" de la política contra el cambio climático. "Necesitamos ciudades comprometidas con la preservación de nuestro Medio Ambiente, alejadas del cortoplacismo y con la mirada puesta en el territorio que queremos dejar en herencia a las generaciones venideras", afirmó.
Para Martín, es "imprescindible" actuar con rapidez y poner en marcha las medidas necesarias para impedir el avance de una amenaza "de primer orden". "El Ayuntamiento no puede lavar su conciencia en la lucha contra la desertificación regalando un puñado de plantones de pino el Día del Árbol", aseveró Martín, quien instó a las autoridades locales a recuperar grandes áreas degradadas mediante un ambicioso plan de reforestación, ligado también a la generación de empleo, o a garantizar el uso eficiente del agua y de los nutrientes en los cultivos al aire libre.
La concejala de Izquierda Unida-Verdes recordó que "nos enfrentamos, cada vez más a menudo, con efectos meteorológicos extremos en nuestro municipio" por lo que "necesitamos estrategias locales y regionales para luchar contra ese gran desafío que es el calentamiento global" y "convertirnos en ejemplo para otros".
Martín advirtió de la "especial situación de vulnerabilidad" en la que se encuentra el municipio por lo que pidió al Ayuntamiento la elaboración de un diagnóstico que evalúe los impactos climáticos que ya están ocurriendo debido a la acumulación histórica de gases de efecto invernadero en la atmósfera, así como la predicción climática mediante algoritmos de última generación, "que definan las características que tendrá el clima futuro en Lorca, hasta el año 2100". Todo ello "con el fin de planificar estrategias para abordarlos", y de las que hay que hacer partícipes "a la ciudadanía y a las empresas".
Sin datos sobre emisión de Gases de Efecto Invernadero desde 2014
Martín también ha pedido a Gil que "se tome en serio" el 'Pacto de los Alcaldes para el Clima y la Energía' suscrito en 2011 por su antecesor Francisco Jódar y del que no se publican nuevos datos desde 2014.
Este pacto, al que se han sumado 1.676 regidores municipales en toda España desde 2008, es el principal movimiento Europeo que involucra a las autoridades locales y regionales en un compromiso común para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos a través de la implementación de políticas energéticas sostenibles y de la lucha contra el cambio climático.
Lorca firmó la adhesión el 4 de marzo de 2011, mostrando así el compromiso político para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en su territorio al menos un 20% para 2020. Al hacerlo adquirió dos compromisos importantes. El primero era la elaboración e implementación de un Plan de Acción de Energía Sostenible (PAES) que contiene un inventario de energía y emisiones de gases de efecto invernadero (BEI) del municipio en el año de referencia 2008, así como el conjunto de líneas estratégicas y actuaciones que las autoridades locales planean llevar a cabo para conseguir los objetivos. Y, el segundo, la realización de un seguimiento de la evolución del consumo energético y emisiones de gases de efectos invernadero en su territorio, así como informar a la Comisión sobre la implementación del PAES cada dos años desde su remisión.
Lorca lleva sin publicar un inventario monitorizado de las emisiones de GEI desde 2014, donde se refleja que apenas ha cumplido un 32% de los objetivos marcados para 2020.
Por ello, Martín lamentó que la firma del 'Pacto de los Alcaldes para el Clima y la Energía' haya constituido únicamente "un acto simbólico" para "hacerse una foto" y "figurar en los listados", y que no se haya aprovechado este tiempo, por ejemplo, para implantar energías renovables en edificios e instalaciones municipales y elaborar auditorías energéticas en éstos.
Martín explicó que el trasporte es el sector que más GEI aporta, con un 61%. Pero el Ayuntamiento se está mostrando incapaz realizar actuaciones en materia de sensibilización y concienciación ciudadana para modificar los hábitos y costumbres de los ciudadanos, de forma que se reduzcan las emisiones. Y es que, la Administración municipal ni siquiera ha sido capaz de "dar ejemplo" creando una red completa y eficiente de transporte público o de incorporar a la flota municipal vehículos eléctricos.
La edil de IU-Verdes aseguró también que el sector residencial representa aproximadamente el 20,88% de las emisiones de GEI del Municipio, por lo que censuró que no se haya aprovechado la reconstrucción de la ciudad tras los terremotos para implantar un nuevo modelo de edificación urbana más sostenible que aumente la eficiencia energética y disminuya las emisiones de dióxido de carbono. Y recordó que, por su parte, el sector terciario representa aproximadamente el 16% de las emisiones de GEI del Municipio sin que tampoco se estén desarrollando actuaciones de concienciación y sensibilización, convenios de actuación y asesoramiento sobre programas de ayudas y subvenciones por parte de la administración regional y nacional para limitar estas emisiones.