Si una prueba refleja fielmente las virtudes de los Juegos Deportivos en cuanto a tradición, apoyo popular y diversión esa es la Travesía de Montaña. La prueba más emblemática de los Juegos cumple 33 años, tantos como ediciones de las olimpiadas lorquinas, y lo ha celebrado con un recorrido por las diputaciones de La Tova, Ortillo y Jarales en el que 450 personas decidieron para disfrutar del deporte y de la gran convivencia que siempre supone esta actividad. Concretamente participaron 88 equipos, 26 en la Travesía Familiar, 35 en la Corta y 27 en la Larga.
En la tarde del sábado, el aparcamiento del Complejo Deportivo Europa se convertía en el punto de salida de la prueba, desde donde coches y autobuses llevaron a los participantes hasta el lugar de concentración: la piscina de La Parroquia, salida y llegada de todos los recorridos. Los equipos montaron sus tiendas de campaña mientras esperaban su turno de salida. A partir de las 21 horas, de uno en uno, los equipos participantes recibían mapas y consejos y se echaban a la noche de La Tova para realizar un recorrido en el que no gana el más rápido, sino aquel equipo que sabe orientarse y completa todos los kilómetros a un ritmo regular y uniforme.
Los paisajes que se recorrieron, como no podía ser de otra forma, reunían las mejores características del paisaje lorquino, y cada uno de los 3 recorridos ofrecía una serie de atractivos que despertaron el asombro de los equipos participantes. En la Travesía Familiar, de 6 kilómetros de distancia, los numerosos equipos pudieron recorrer los secanos próximos a La Parroquia. En la Travesía Corta, de 15 kilómetros, los grandes atractivos eran el paso por el río Vélez, estando caracterizado el recorrido por sus anchos caminos, sus pinadas, y el retorno hasta el campamento a través de la Rambla del Chortal. En la Travesía Larga, que contaba con una longitud de 22 kilómetros, se podía también disfrutar de la Rambla, de varios pasos por el río Vélez, pinadas abundantes en la zona correspondiente a Jarales, y una parte final del trayecto que contaba con el excepcional marco propiciado por zonas de barrancos.
La llegada estaba situada en La Parroquia, paraje al que se volvía tras muchos años, y que ofreció una agradable respuesta a la instalación del campamento de los Juegos, en el que como siempre reinó una feliz convivencia, compartiendo los participantes los nervios antes del comienzo y, también, las experiencias vividas a la llegada, con un chocolate caliente y un buen plato de migas como testigos.
Con las primeras luces del alba los equipos se fueron a dormir pues bien temprano en la mañana era la hora de participar en un almuerzo de familia y en la entrega de medallas a los ganadores. En la categoría Familiar los ganadores fueron la “Familia Puche”, seguidos por “Los Ochomiles” y “Los Sorianos”. En la Corta se impusieron “Pipas Pal Pájaro”, siendo segundos por “Puerto Riqueños” y “Los Peregrinos 1” como terceros. En la Larga el oro fue conseguido por “El Konfe”, la plata fue a parar a “Las Zanahorias Conquistadoras” y el bronce para “La Carrasca 1”.
Pero los auténticos ganadores fueron los 450 participantes que disfrutaron de un fin de semana diferente, en plena naturaleza, practicando el deporte más sano y demostrando que la Travesía de Montaña cuenta con la tradición y todos los equipos que desde hace años participan en ella. Pero que también llega hasta los más jóvenes y que tiene una buena cantera de participantes para hacer que durante muchos años siga mereciendo la pena destinar un fin de semana de los Juegos a disfrutar con la prueba que, repetimos, mejor define las olimpiadas lorquinas.