Se trata de un avance significativo para progresar en el proceso de declaración de esta técnica como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO.
La Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Lorca, Sandra Martínez, ha informado de que el municipio ha dado un paso decisivo para lograr que el arte del bordado lorquino sea declarado Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO, como ha sido la solicitud de su declaración como Bien de Interés Cultural. La Edil ha señalado que "la Semana Santa de nuestra ciudad es una celebración popular inigualable, espectacular y un derroche de arte merecedora de las más altas consideraciones y protección por parte de las administraciones e instituciones. Por eso decidimos emprender el camino para que la muestra más sobresaliente de nuestras procesiones, como es el arte del bordado, sea declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Hemos de tener en cuenta que los únicos textiles que han merecido hasta la fecha la declaración BIC son precisamente grandes joyas del bordado pertenecientes a los Pasos lorquinos. Ahora queremos ir más allá, reivindicando la declaración BIC no sólo a unas piezas concretas, sino a la técnica del bordado. Estamos hablando de una técnica que sigue viva gracias a su puesta en escena en los desfiles bíblico-pasionales, y que se ha ido perfeccionando durante décadas. Hoy en día perdura gracias a los talleres de las distintas cofradías así como también a talleres particulares que bordan incluso para otras ciudades.
Martínez Navarro ha afirmado que este es un avance decisivo para nuestra Semana Santa, ya que uno de los puntos más importantes que se tienen en cuenta en la UNESCO es que las candidatas cuenten con la protección máxima en la comunidad a la que pertenecen, en nuestro caso se trata de estar catalogados como BIC. Conseguir esta calificación va a ser un hito para Lorca, y nos va a ayudar ante la UNESCO.
La Edil de Cultura ha explicado que este expediente se ha realizado por parte de la Asociación "El arte del Bordado de Lorca y su puesta en escena los desfiles bíblicos pasionales", una entidad que promueve y defiende el arte de nuestro bordado, y que están trabajando para su declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El documento, presentado ante la Consejería de Cultura de la Comunidad Autónoma, denominado "El arte del bordado de Lorca", contempla fundamentadas explicaciones sobre sus antecedentes históricos, técnica, autores más destacados, custodia, conservación, exposición y reconocimientos.
Orígenes del bordado en Lorca.
El bordado se desarrollaría de forma notable durante la baja Edad Media sobre todo en los monasterios que suministraban telas labradas con sedas y metales preciosos tanto para las necesidades del culto como para las cortes de los distintos reinos de España. El aumento de la demanda hizo que el arte del bordado pasase a constituir un oficio de carácter gremial. El bordado en oro de la tradición erudita española ha dado a conocer a Lorca desde que hace ya más de 150 años se incorporó como peculiar técnica decorativa en las vestimentas e insignias de los grupos que participaban en los desfiles bíblico-pasionales.
Estas obras, reconocidas por sus excepcionales valores técnicos y estéticos, adquieren verdadero sentido durante la procesión, contribuyendo con su colorido y brillo a la plasticidad de la puesta en escena. Los bordados son fruto de un trabajo colectivo especializado en el que intervienen los directores artísticos, autores de los diseños y responsables de la dirección de las obras, y bordadoras, sobre las que recae el esmerado proceso de ejecución, una labor a la que se entregan con particular pasión.
Aunque el bordado lorquino adquiere carta de naturaleza en el siglo XIX como destacado elemento del Cortejo, su historia en nuestra ciudad arranca centurias atrás, con los artífices que nos legaron con sus obras y enseñanzas los fundamentos en los que se asienta esta tradición. Lorca fue en el quinientos un importante centro del arte del bordado, como atestiguan los documentos y las prendas suntuarias que se han conservado.
La Técnica
En el proceso de realización de los bordados muchos son los conocimientos y técnicas relacionadas con su elaboración desde que el bordado pasa de ser una actividad artesanal dedicada a labores propias del hogar, a transformarse en una manifestación artística donde es necesario dominar una serie de procesos:
a- Elaboración de los proyectos.
Los bastidores y sus medidas, escalado, repartos de proyectos en zonas de trabajo y la elección de los materiales necesarios (tipo de tejido, colores de las sedas y tipos de oro). Una vez que el Director Artístico ha elaborado el dibujo el proyecto (dibujo del personaje o escena bíblica de la pieza). En primer lugar se prepara la ornamentación, donde se monta el lienzo o base del manto, que puede ser en raso o en terciopelo. Si es raso se trabaja sobre él directamente pero en el caso del terciopelo, se coloca una tela sobre la que se dan las puntadas de seda, ya que el terciopelo puede dañar los finos y frágiles hilos de seda.
b- Bordado en sedas.
El Director Artístico, perfila el dibujo que va llevar la pieza en papel de seda. Una vez terminado el boceto, se coloca encima del lienzo y a partir de ahí las bordadoras comienzan a bordar en sedas matizadas de acuerdo con los diferentes tipos de puntos del bordado, indefinido, transversal, radial y sobre todo la técnica del punto corto o Punto Español Felices, patentado por su autor en 1.918.
c- Canutillo de oro.
Paralelo al perfeccionamiento del bordado en seda, también se introdujeron modificaciones en el uso del oro que ha quedado finalmente reservado para las cenefas. Se utiliza básicamente el canutillo de oro sobre una base con realce para sencillos motivos vegetales y geométricos de filiación clásica buscando el mayor lucimiento posible de estos diseños con el empleo de las tres clases más comunes de oro, brillo, mate y briscado, añadiendo a veces falsa pedrería y perlas. También se utiliza la técnica del bordado en plano o punto corto en oro. La bordadora va cortando el hilo de canutillo hueco de oro de distintos tamaños de acuerdo con el punto que ha de dar al dibujo.
Los Autores
La etapa que va desde comienzos del siglo XX hasta la guerra civil (1.936) se ha denominado "edad de oro del bordado", ya que en esos años surgieron obras tenidas hoy por clásicas, alcanzándose un alto grado de especialización y también, una clara distinción entre los dos talleres de bordados que en esos momentos estaban en activo: el de la Asociación de Señoras de la Virgen de los Dolores (en el Paso Azul) y el del Coro de Nuestra Señora la Virgen de la Amargura (en el Paso Blanco), que llegó incluso a recibir una subvención del Ministerio de Instrucción Pública por su labor de artesanía industrial. Al frente de amos talleres se encontraban sendos artistas que son los artífices de las diferencias entre los talleres en lo que se refiere a la parte técnica:
Francisco Cayuela Sánchez (1.874-1.933), fue un reconocido pintor, más allá de las fronteras de Lorca, sin duda su fama se debe a su colaboración en la realización de bordados artísticos para manifestación cultural más importante de la ciudad del sol, sus desfiles bíblico pasionales. Cabe destacar otra como cumbre de su producción artística, sin duda, es el Manto Azul de la Santísima Virgen de los Dolores de Lorca. Como artista no se limitó a seguir líneas propuestas por otros artistas, de ahí que creará una Escuela por la que han pasado artistas que mucho han aportado a los bordados artísticos de Lorca, como Emiliano Rojo, autor del Estandarte Guión del Paso Azul, Manuel Muñoz Barberán, Joaquín Ruiz Guzmán entre otros. Coincidiendo con los primeros años del siglo XX, al frente de la dirección artística de la Hermandad de Labradores, Paso Azul y de su taller escuela realiza la obra que marcaría un cambio de trescientos sesenta grados en la realización de bordados, que supuso la creación de la mencionada escuela, el comienzo de una nueva era en la realización de artísticos mantos que hasta la actualidad siguen siendo paradigma a seguir en todo el territorio de España.
Asimismo supuso el nacimiento de la denominada por los historiadores de arte época dorada del Bordado Lorquino" que nace con la ejecución del Manto de la Santísima Virgen de Los Dolores de Lorca, primer manto realizado íntegramente en sedas. Años más tarde, se le nombra Director de la Academia de Dibujo de Lorca, cargo que acepta en aras de formar futuros artistas. A la citada Academia de Dibujo de Lorca estuvieron vinculados otros directores artísticos de los Pasos, como Rebollo Zamora, Antonio Felices o Emilio Felices.
Emilio Felices (1.879-1.948) fue un delineante que poseía un excelente dominio del dibujo artístico, trabajará para el Paso Blanco tomando modelos conocidos de pintores y escultores famosos, interpretando en sus creaciones esas iconografías mediante un punto de tapiz ideado por él. Lo llamó punto corto español o punto español Felices, y se basaba en la modalidad de puntos opuestos, incluida dentro del sistema de puntos contados. Exigía éste un planteamiento técnico inicial muy minucioso que separaba cada zona de color. Esta sería rellenada con un entramado preciso de pequeñas puntadas que no admitían matizaciones posteriores. Este modo de bordar conocido desde antiguo como "tapicería manual" exigía una gran disciplina por parte de las bordadoras y, al parecer, era algo más lento que la técnica del punto indefinido. Concluido en 1928 el conjunto de la Virgen de la Amargura, titular del Paso Blanco, no se ha vuelto a bordar con ese punto ninguna otra pieza.