La XXVI edición de Feramur rescata el oficio de ‘hilaor’, durante los días de la feria tres ‘hilaores’ llegados de la vecina localidad de Águilas muestran al visitante como se hacen las típicas cuerdas de esparto con los que se hacían los vencejos para amarran el trigo o la cebada, las maromas para los barcos, entre otros objetos.
Diego Torres, Bernardo Asensio y Luis García, estos tres vecinos de la vecina localidad de Águilas rescatan el antiguo oficio de ‘hilaor’, durante los días de feria llevan a cabo demostraciones para que el visitante descubra como se hila para después fabricar la cordelería, como por ejemplo los vencejos para amarrar el trigo o la cebada, las maromas para los barcos, entre otros muchos objetos.
Del mismo modo, el visitante puede ver como se hacen los estropajos, una vez se haya peinado en púas de acero el esparto. Todo aquel visitante lo desee puede comprar dos de estos estropajos, por un precio simbólico de 1 euro.
Estos tres amigos de adolescencia hacen sus demostraciones gracias a una rueda de hilar centenaria, similar a la de una rueca, aquella que nos recuerda a la del afamado cuento de la ‘Bella Durmiente’.
Según nos cuentan este viejo oficio sólo perdura en Cieza y Águilas. Hace años en los años 50 y 40 la vecina localidad de Cieza llegó a ser el primer centro manufacturero de España en la producción de hiladura y cordelería. Según cuenta Diego Torres desde que llegó el plástico ‘este oficio pegó un bajón, ya no es rentable’, ahora no lo tomamos como un pasatiempo’. Estos tres ‘hilaores de entre 70 y 80 años, rememoran en Feramur este oficio muy atractivo de ver, ya que sigue un proceso muy singular.
Ningún familiar de estos tres ‘hilaores’ ha aprendido el oficio, tal vez alguno de los visitantes se anime, para que este oficio perdure en el tiempo.