Desde el Grupo Municipal Socialista y la Agrupación Socialista Lorquina nos sentimos avergonzados ante el bochornoso espectáculo mediático dado ayer por el Alcalde de Lorca, Francisco Jódar, efectuando unas declaraciones en las que enmendó la plana e hizo retractarse al Portavoz del PP, Francisco García, al respecto de la actitud del Gobierno Regional para con los vecinos de Lorca a raíz de los seísmos del pasado 11 de mayo.
Nos sentimos avergonzados de la actitud mostrada por el Alcalde; dirigida a rectificar públicamente, y después hacer sacar una nota de prensa en el mismo sentido de sus rectificaciones, al edil Francisco García, el único concejal del Equipo de Gobierno que se ha atrevido, hasta el momento, a retratar a la Comunidad Autónoma con respecto a las ayudas destinadas a la ciudad de Lorca.
Nos sentimos avergonzados de que nuestro Alcalde, el de todos los lorquinos, sea incapaz de anteponer los intereses de los vecinos de Lorca, a los que representa, a los del Partido al que pertenece.
Nos sentimos avergonzados de que el que fue elegido por los lorquinos como máximo representante en nuestro municipio, no esté a la altura de lo que nuestra ciudad necesita, y sea cómplice de la actitud del Gobierno Regional, que lo único que está consiguiendo es retrasar las ayudas que tanto necesitan los lorquinos.
Por todo ello reconocemos la valentía del edil García y su compromiso con Lorca, pero esto nos lleva a pedir su dimisión, por coherencia personal, por coherencia política y para destapar de manera definitiva las vergüenzas de aquel del que recibe instrucciones desde el Ayuntamiento de Lorca.
Por último, nos entristece profundamente que nuestra localidad, Lorca, haya tenido tan poca suerte en los últimos años. No sólo ha sufrido la mayor catástrofe natural de su historia si no que cuenta para hacer frente a la misma, con un mandatario incapaz de anteponer los intereses de aquellos que, por dos veces, lo han elegido de manera mayoritaria para regir sus destinos. Lorca tiene en la actualidad al primer Alcalde de su historia democrática que muestra ser más servil para con sus siglas que para con su pueblo, el más sumiso a sus jefes y el menos comprometido con su ciudad.