Contarán consiete barredoras, cinco furgonetas, dos fregadoras y una baldeadoraasí como un camión cisterna para el baldeo de agua con lo que asegurar la limpieza en el casco urbano y complejo histórico-artístico, ya que durante estos días festivos se da mayor afluencia turística y de ciudadanos de vacaciones en dichos entornos.
El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Lorca, Melchor Morales, ha informado que "el dispositivo de la empresa municipal Limusa en tareas de limpieza viaria y recogida de residuos para esta Semana Santa abarca las 24 horas del día y a la totalidad de la plantilla disponible -unos noventa trabajadores- gracias al despliegue completo de todos sus medios técnicos y humanos, en turnos".
El operativo comienza la madrugada del jueves al Viernes de Dolores al adecuar la carrera principal a los desfiles bíblicos por la Avenida Juan Carlos I -para Jueves y Viernes Santo, la zona enarenada se extiende incluso por Lope Gisbert- mediante la compactación de zahorra que habilite el paso de caballos y carruajes. Si bien previamente a la colocación de palcos se han tenido que cambiar los contenedores estáticos por unos de carga trasera desplazables. Las tareas de enarenado están externalizadas a un servicio especializado de áridos, así como el de limpieza de palcos.
Las jornadas con desfiles bíblico-pasionales por la carrera principal -Viernes de Dolores, Domingo de Ramos, Jueves y Viernes Santo- el operativo atañe a la práctica totalidad de la plantilla disponible, con lo que se alcanzan los noventa trabajadores distribuidos en tres turnos (mañana, tarde y noche).
En el apartado mecánico, se cuenta con el apoyo desiete barredoras, cinco furgonetas, dos fregadoras y una baldeadoracon lo que asegurar la limpieza en el casco urbano y complejo histórico-artístico, principalmente en plazas y calles, ya que durante estos días festivos se da mayor afluencia turística y de ciudadanos de vacaciones en dichos entornos, así como de la actuación de un camión cisterna que mediante el baldeo de agua minimiza el malestar que produce el polvo que se levanta por el tráfico rodado y el calor en las zonas enarenadas.
Para la retirada de la arena tras la celebración de Viernes Santo se cuenta con efectivos de la empresa municipal así como de una veintena de trabajadores externos de refuerzo y el apoyo de dos cisternas que mitigan la nube de tierra que inevitablemente se forma durante este proceso.
Al término de los desfiles del Viernes Santo, ya sin la arena, el dispositivo desplegado por Limusa se dedica a fregar las calles donde se ha ubicado la carrera de los desfiles y adyacentes, así como el baldeo mecánico y manual del resto de calles y plazas del centro histórico, con especial mención para el servicio de soplantes, que expiran aire a presión por encima y debajo de los palcos, de manera que se acumulan los residuos en un solo punto para su posterior recogida.
El coste total de las operaciones de imposición y retirada de la arena, el cambio de ubicación de contenedores para dejar libre la carrera y los servicios externos especializados apenas llega a los 34.000 euros, un 5% menos que en 2013.