La judería y su Sinagoga hallada son el eje de numerosos estudios por parte de la comunidad científica internacional, que analiza pormenorizadamente las características de este templo así como de las diferentes piezas que han podido ser recuperadas y reconstruidas
La Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Lorca, Sandra Martínez, ha informado que el Consistorio Municipal va a realizar la cesión temporal de dos piezas de nuestro Museo Arqueológico Municipal para una exposición temporal en el Museo Sefardí de Toledo. La Edil ha destacado que, una vez más, el legado cultural lorquino centra la atención del panorama arqueológico nacional. Lorca cuenta con una importancia sobresaliente en materia de recuperación de restos históricos, un hecho que ha cobrado mayor calidad si cabe gracias al descubrimiento del barrio judío en las inmediaciones del castillo. Esta judería, y muy especialmente la Sinagoga hallada en la zona, son actualmente el eje de numerosos estudios por parte de la comunidad científica internacional, que analiza pormenorizadamente las características de este templo así como de las diferentes piezas que han podido ser recuperadas y reconstruidas. Estamos hablando principalmente de las lámparas rituales que han sido protagonistas de exposiciones como "Biblias de Sefarad. Las vidas cruzadas del texto y sus lectores", en la Biblioteca Nacional de España, y "Luces de Sefarad".
Martínez Navarro ha subrayado que la recuperación de la Sinagoga medieval de Lorca es un punto fundamental para la promoción de nuestro patrimonio cultural. Se trata de un valor añadido para nuestra ciudad, un legado de manifiesta notoriedad internacional. Estamos hablando de una Sinagoga en la que no se han realizado con posterioridad ritos de otras religiones, con lo que ello comporta para el mundo judío. Nos estamos situando como punto de referencia para la diáspora; un trabajo del que se va a beneficiar toda Lorca.
La Concejal de Cultura ha explicado que las dos piezas que van a ser expuestas en el Museo Sefardí de Toledo proceden de las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en la sinagoga de la antigua judería de Lorca, dentro del castillo de esta Ciudad, y que se encuentran depositadas en el Museo Arqueológico Municipal de Lorca. La descripción de las mismas es la siguiente:
Fragmento de yesería de tracería flamígera con círculos y ruedas de vejigas de pez procedente de la sinagoga de Lorca, con número de inventario 2.994. Medidas: longitud 61 cm, anchura 34.5 cm, grosor 13 cm.
Lámpara 5 (reconstruida) de vidrio soplado al aire y aplicado (asas) procedente de la sinagoga de Lorca, con n° inventario 2.908. Medidas: diámetro del borde 19 cm, altura 15.9 cm, diámetro máximo 16.4 cm.
Sandra Martínez ha informado que para la cesión temporal de estas dos piezas, la Comunidad Autónoma ha firmado un contrato de depósito con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, ya que el Museo Sefardí de Toledo es de titularidad estatal. De esta forma el Estado garantiza la seguridad de las piezas mientras dure su exposición temporal. La exposición temporal de las dos mencionadas piezas arqueológicas durante un año en el Museo Sefardí de Toledo, permitirá su exposición temporal en un museo monográfico de la cultura judía muy visitado y ubicado en un lugar excepcional como es la sinagoga del Tránsito de Toledo, donde estas dos piezas ilustrarán parte de la herencia cultural lorquina, divulgando el patrimonio histórico y arqueológico del Museo Arqueológico Municipal de Lorca y mostrando cómo fue la decoración e iluminación en el interior de la sinagoga de Lorca en el siglo XV.
Cabe recordar que, de acuerdo con el análisis de los expertos, la judería de Lorca fue habitada en época medieval por alrededor de 70 personas. Gracias al exhaustivo trabajo de recuperación arqueológica llevado a cabo en este enclave, se encontraron más de 2.600 fragmentos de vidrio que, tras una ardua tarea, permitieron la reconstrucción de 20 lámparas rituales, concretamente las utilizadas en la fiesta de la "Hanuká" (en la que se celebra la purificación del templo de Jerusalén).