Piden que se inicien los trámites oportunos en colaboración con la CARM para que se proceda en el más breve plazo de tiempo posible a la redacción de un proyecto para la restauración del Castillo de Xiquena, así como para su puesta en valor como un foco más del atractivo arquitectónico turístico y cultural del municipio
El concejal del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Lorca, David Romera ha solicitado al equipo de Gobierno del Partido Popular que se inicien los trámites oportunos en colaboración con la Consejería de Cultura de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia para que se redacte el proyecto correspondiente que permita la consolidación y restauración del Castillo de Xiquena, situado en el extremo occidental del municipio, en la diputación de Fontanares y emplazado sobre un cerro aislado en el valle del río Luchena.
Romera ha recordado que se trata de una edificación protegida por el Estado desde 1949, ya que en la actualidad tiene la máxima calificación de Bien de Interés Cultural (Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 y Ley de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia de 2007). El edil ha argumentado que Xiquena se encuentra en una situación de "ruina extrema" y "está abocado a una desaparición segura, si no se actúa con urgencia y se detiene su actual desmoronamiento". Por ello, instan formalmente por Registro al Gobierno local para que de manera conjunta con el Gobierno regional, "se pongan todos los medios técnicos disponibles para proceder en el más breve plazo de tiempo a la restauración de Xiquena, segunda fortaleza en importancia del municipio tras el Castillo de Lorca".
El concejal socialista indicó que es tal la "preocupante situación de ruina" en la que se encuentra el Castillo de Xiquena, que este monumento "aparece mencionado desde el año 2007 en la Lista Roja del Patrimonio Español en Peligro", creada por la asociación Hispania Nostra, que recoge aquellos bienes sometidos al riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores". De hecho, recuerda que en la mencionada lista, el Castillo de Xiquena "fue uno de los primeros conjuntos monumentales que apareció señalado por su avanzado estado de ruina casi irreversible".
Además, Romera asegura que "muchas administraciones locales y autonómicas se han hecho eco de lo denunciado por Hispania Nostra y han actuado en consecuencia pues desde la creación de la Lista Roja en 2007, el 14% de los edificios señalados (89 en total) se ha restaurado y puesto en valor, y el Castillo de Xiquena, por su relevancia histórica y su valor arquitectónico, "no puede ser menos". Además resulta contradictorio que la asociación Hispania Nostra denuncie la situación del Castillo de Xiquena cuando esta misma asociación gestiona las candidaturas españolas a los premios Europa Nostra, que en su edición de 2016 recayó sobre la restauración de seis iglesias de Lorca afectadas por los seísmos de 2011, por lo que se da una de cal y otra de arena para el Patrimonio lorquino", finalizó el concejal socialista.
La historia del Castillo de Xiquena es tan intensa como apasionante. Se trata de una fortificación levantada por los nazaríes a finales del siglo XII como posición avanzada hacia Lorca dada su situación estratégica en un valle interior a las puertas de la comarca de Los Vélez. En 1433 Xiquena es conquistado por Alonso Yáñez Fajardo e incorporado al Reino de Castilla, iniciándose la ampliación del recinto. Entre 1450 y 1459 el castillo es propiedad del valeroso alcaide de Lorca Alonso Fajardo El Bravo, quien con mano de hierro, controló y mantuvo a raya la frontera con el reino de Granada, siendo después vendido a Juan Pacheco, Marqués de Villena y Conde de Xiquena.
En 1488, con la conquista de Los Vélez por Fernando el Católico, el castillo pierde su funcionalidad militar y queda abandonado, perteneciendo desde el siglo XVIII al Concejo de Lorca. Las estructuras visibles del Castillo permiten diferenciar los dos recintos construidos. El inicial nazarí, en la parte más elevada, con una torre semicircular y la Torre del Homenaje, junto a un aljibe en el mismo precipicio; y la ampliación cristiana con cinco torreones unidos por lienzos de muralla realizados en argamasa de tapial, un aljibe interior y una puerta acodada, quedando afuera el cementerio. Quizá lo más llamativo de su historia sea el privilegio concedido por Enrique IV en 1470 ante la falta de fronteros que lo defendieran, que permitía por derecho de asilo, que criminales y homicidas redimieran sus condenas defendiendo Xiquena durante un año y un día. De ahí proviene el dicho medieval: "Mata al Rey y vete a Lorca".