Antonio Pujante Quiñonero, portavoz de Izquierda Joven Lorca, ha mostrado el malestar y el desacuerdo de esta organización política juvenil, tras el reciente anuncio por parte del Gobierno de suprimir la asignatura de Literatura Universal del Bachillerato y, por consiguiente, de la Selectividad, dañando aún más el sistema educativo y concretamente, las Humanidades, tras los recortes sufridos en Latín, Griego o Filosofía.
Pujante ha recordado las palabras del exministro Wert, cuando afirmó que "los alumnos no deben estudiar lo que quieren, sino lo que propicie empleabilidad", por lo que desde Izquierda Joven afirman que la supresión de esta importante asignatura responde a motivos y a intereses políticos y económicos, ya que eliminar Literatura Universal del curso más decisivo de un bachiller lleva consigo un mensaje implícito que incita a la productividad y a la rentabilidad desde un punto de vista mercantilista, en la línea de la reforma tras Bolonia.
Los jóvenes de IU muestran su consternación por el derribo a la cultura al que está asistiendo la sociedad española, muy lejos del interés supremo que promovía Unamuno, quien creía que "el interés supremo debe ser el de elevar el nivel de cultura general y despertar el gusto por las cosas que dignifican y afinan el espíritu", ligada a la destrucción del sistema educativo público por parte del PP, especialmente con aquellas materias que contribuyen a crear ciudadanos cultos, libres y críticos, explotando su capacidad de análisis, imaginativa, comunicativa, reflexiva, etc., mientras que la asignatura de Religión continúa jugando un papel más importante en el sistema educativo español, a pesar de vivir en un país aconfesional según nuestra Carta Magna.
Es más, afirman que eliminar poco a poco la literatura de las aulas es acotar el mundo que percibe el alumno. Recuerdan que a la eliminación de Literatura Universal del examen que abrirá las puertas universitarias de los jóvenes hay que añadir varias cuestiones más que serán nefastas para el desarrollo intelectual y educativo de los alumnos, como por ejemplo, la limitación de los periodos históricos únicamente al siglo XX, dejando de lado a los grandes del Siglo de Oro, del Romanticismo, los místicos, el Realismo, o la literatura hispanoamericana.