La Hermandad de Labradores, Paso Azul, y la Asociación de Nuestra Señora de los Dolores peregrinaron el pasado sábado a la Ciudad Santa de Caravaca de la Cruz. Se cumplía así con una tradición que se remonta al año 2003, momento en que el Vaticano concedió a la pequeña ciudad murciana la celebración del Año Jubilar en perpetuidad cada 7 años.
La jornada, organizada por la Asociación, permitió que medio centenar de azules con José María Miñarro, presidente del Paso Azul, Joaquina Gil, presidenta de la Asociación y María del Sagrado Corazón García, presidenta de la Fundación Paso Azul al frente, disfrutaran de un día de convivencia y hermandad que, de nuevo, quedará para el recuerdo.
En este sentido, cabe recordar que el próximo sábado se celebrará en El Consejero una jornada de convivencia con actividades para todas las edades y cuya recaudación servirá para financiar las labores del taller de bordados situado en el Museo Azul de la Semana Santa.