La concejala de esta formación, Gloria Martín, ha pedido al Ayuntamiento que gestione la adquisición de un solar entre la alameda Virgen de las Huertas y la carretera de la Pulgara para la construcción del parque prometido. También ha pedido que concluya la urbanización de la calle Rincón de Telares y del callejón del Moro, ambas sin asfaltar integralmente, así como que se proceda a la demolición de un edificio apuntalado desde hace siete años en la calle Horno
30.05.18 A petición vecinal, la concejala de Izquierda Unida-Verdes, Gloria Martín, preguntará en el próximo Pleno acerca de los planes que el equipo de Gobierno del PP tiene respecto de un solar de unos 6.000 m2 situado entre la alameda Virgen de las Huertas y la carretera de la Pulgara, propiedad de la Comunidad de Regantes de Lorca. Tras la inauguración de la cubrición de la rambla de los Patos en 2010, el PP prometió crear un gran parque que sería "un nuevo pulmón verde" para la ciudad en virtud de la cesión de este espacio al Ayuntamiento, acordada mediante la firma de un protocolo.
Sin embargo, ocho años después, dicha cesión no se ha materializado y el solar se ha convertido en un lugar de acopio de materiales de construcción que genera nubes de polvo que están perjudicando a los vecinos de la zona, especialmente a niños, mayores y a personas con dolencias respiratorias.
Por ello, Martín ha pedido que el Ayuntamiento gestione su adquisición, bien mediante cesión del ente comunero o por la vía de la expropiación, y que aborde la construcción del parque prometido. Mientras tanto, el consistorio debe instar a sus propietarios al vallado del solar y a que lo mantenga en las adecuadas condiciones de seguridad y salubridad, tal y como establecen las ordenanzas municipales, aplicando un tratamiento a base de zahorra para evitar el polvo en suspensión que resulta nocivo y muy molesto para quienes se ven en la obligación de respirarlo.
Por otra parte, los vecinos de la calle Rincón de Telares, colindante a dicho solar, dicen estar sufriendo una "pesadilla" porque lo que siempre fue una calle tranquila es, en la actualidad, una pseudocarretera alternativa que algunos conductores utilizan como si fuera una pista de rally. También se convierte en un urinario al aire libre durante la celebración de las fiestas patronales que, además de problemas de salubridad, entraña mucha peligrosidad por la existencia de un callejón por el que cualquier persona podría precipitarse varios metros dado el importante desnivel existente con la calle posterior. Por si fuera poco, la calle está sin asfaltar lo que la convierte en un "barrizal" cuando llueve. La insuficiencia de imbornales también hace que se estanque el agua de la lluvia.
Martín, quien el pasado sábado se reunió con vecinos de la zona, también se hace eco de las quejas de los vecinos del callejón del Moro. Tras los terremotos de 2011, el Ayuntamiento procedió a la remoledación de dicha vía dejando un tramo sin acometer. En pleno siglo XXI los vecinos tienen su calle sin asfaltar y sufren además graves inconvenientes a causa del estado de abandono de los solares colindantes, invadidos por la maleza y donde las ratas campan a sus anchas. En la misma zona, en la calle Horno, hay un edificio de tres plantas gravemente afectado por los terremotos, apuntalado desde hace siete años, por lo que los vecinos temen un derrumbe en caso de nuevos movimientos sísmicos.
Al respecto, Martín ha puesto en conocimiento del área de Urbanismo del Ayuntamiento estas cuestiones para que sean abordadas de manera urgente y los vecinos de la zona puedan recuperar la normalidad en su día a día.