Los operarios que estaban realizando la inspección en un pozo de registro de alcantarillado en la zona de la Alameda Cervantes se encontraron con un enorme tapón en el colector de pluviales. En esta ocasión no se trataba de una masa de toallitas, ya que el inusual objeto que estaba obstruyendo el paso de agua era un colchón que, por sus dimensiones y la complejidad que presentaba para sacarlo, tuvo que ser retirado con un camión grúa.
El colchón se localizó dentro de una arqueta a la que llega un canal de aguas pluviales. Se trata de un conducto rectangular de hormigón con unas medidas de 1,5 m. de ancho por 1,5 m. de alto y hacía unos meses que se había limpiado y rehabilitado.
Si complicado debió ser introducirlo en el canal, nada fácil lo tuvieron los operarios de Aguas de Lorca para retirarlo de allí, ya que el colchón no se podía manipular, ni doblar, por lo que fue necesario engancharlo por una de las puntas y utilizar un camión pluma para extraerlo.
Hacer uso de la red de alcantarillado como vertedero tiene consecuencias nefastas para el medio ambiente y en este caso el enorme tapón podía haber causado daños a las viviendas adyacentes, ya que al no tener salida el agua de lluvia hubiera rebosado y anegado toda la zona, afectando a la Alameda de Cervantes en las viviendas conocidas como Casas del Banco.
Pese a que no es algo que suceda habitualmente, el Gerente de Aguas de Lorca, Antonio Franco, recuerda a los ciudadanos que existen puntos verdes donde depositar este tipo de residuos y un servicio municipal de recogida de enseres.