Estas viviendas modulares, que estaban instaladas junto a la barriada de San Fernando, fueron utilizadas por algunos afectados por los terremotos de 2011, mientras no se levantaban de nuevos sus edificios.
El alcalde de Lorca, Diego José Mateos, ha hecho entrega, esta mañana, junto a la concejala de Oenegés del Ayuntamiento de Lorca, María Dolores Chumillas de las casas prefabricadas a la Asociación Amigos del Pueblo Saharaui de Lorca, al presidente de este colectivo, Antonio García Ros.
El alcalde de Lorca ha concretado que "se trata de un total de tres de estas viviendas que se encontraban junto a la barriada de San Fernando que utilizaron algunos vecinos afectados por los terremotos de mayo de 2011. Ahora estas casas serán utilizadas como consultorio médico en los campos de refugiados saharauis.
Diego José Mateos ha explicado que "una vez que muchos de estos vecinos han vuelto a sus nuevas viviendas en el Barrio de San Fernando, algunas de estas casas fueron desmontadas a la espera que se pudiera realizar esta entrega y darles un nuevo uso".
Mateos Molina ha recordado que desde el Consistorio se han realizado todas las gestiones oportunas para que el envío de estas casas prefabricadas de San Fernando al campamento de Refugiados sea una realizad, "ya que se han tenido que realizar varios informes que así nos lo autorizaran desde Servicios Sociales para que estas casas puedan ser destinadas a hospitales y escuelas".
Por su parte, el presidente de la asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, Antonio García Ros, ha agradecido la donación de este material y ha reiterado que "estas viviendas modulares serán de gran utilidad para albergar un centro médico y una escuela".
Cabe recordar que el Ayuntamiento colabora con la Asociación Amigos del Pueblo Saharaui de Lorca, hace unos meses lo hizo en la recogida de medicamentos para el Hospital de la wilaya de El Aaiún, ciudad que está hermanada con Lorca.
Además de colaborar con el programa 'Vacaciones en paz' que cada verano trae a niños saharauis hasta Lorca donde junto a sus familias de acogida pasan los meses de julio y agosto, disfrutando del maravilloso clima, gastronomía, paisajes, y ayudándoles a mejorar su salud. Una estancia que este verano no será posible debido a la situación sanitaria en la que nos encontramos y por las dificultades que hay para viajar.