Los vecinos de dicha pedanía, viven con miedo. Desde que comenzó la desescalada, y hasta hoy, ven día tras día como muchos de sus vecinos, o personas que acuden a sus segundas residencias, no cumplen con las normas exigidas para la seguridad e higiene sanitaria, impuestas por el COVID-19.
La situación de estos vecinos es desesperante. Presencian la ocupación de parques infantiles, personas sin mascarilla que transitan por la calle, no se cumplen con las distancias de seguridad y aseguran, nadie hace nada.
Dicen vivir en una especie de “ciudad sin ley” y se sienten olvidados y desprotegidos. Por todo ello, y por el riesgo al que están expuestos, dado que la mayoría de sus vecinos son personas de avanzada edad, exigimos más presencia policial, y un control diario, con las sanciones pertinentes, a quienes no cumplan las normas de seguridad e higiene impuestas tras la alerta sanitaria.