En estos días, desde el pasado 15 de septiembre en que se decretó el confinamiento del casco urbano de nuestra ciudad, sentarse a hablar con uno o varios profesionales de la hostelería, sirve para poner de manifiesto dos cosas, de un lado, la terrible realidad que, como otros tantos ámbitos, sufren en éste importante sector y, de otro lado, la preocupante desidia que las administraciones local y autonómica demuestran en su labor de gestión para plantear soluciones eficaces a las graves dificultades que la actual situación de crisis sanitaria ha generado.
Cabe destacar que junto al comercio, las empresas dedicadas al servicio de comidas y bebidas generaron casi la mitad de la totalidad de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) tramitados en la Región de Murcia. Dato que evidencia la relevancia en la economía y en el empleo regional del sector de la restauración, sin ser Lorca una excepción.
Desde la corporación municipal, se han anunciado diversas medidas a implementar para paliar los perniciosos efectos de la crisis sanitaria, un ejemplo claro, la aprobación, por el Pleno Municipal, de ayudas de hasta 500€ y 350€ para empresas y autónomos, que saldrían de movilizar hasta 1 millón de euros, todo ello publicado el pasado mes de mayo. En pleno mes de octubre, poco se sabe de esas ayudas tras haber sido solicitadas en tiempo y forma en su momento por los autónomos a quien iban dirigidas. Sería interesante conocer el número de expedientes tramitados, autorizados y efectivamente abonados. También resulta curioso hacer un repaso de las bases publicadas en las que se recoge aquellos requisitos y documentación a presentar para solicitar las referidas ayudas, pues no es suficiente el drama de cumplir con los requisitos fijados, sino que además la cuantía que resulte aprobada no puede ser destinada a sufragar gastos urgentes que requieran ser atendidos por el solicitante, deben ser destinados al pago por cualquiera de los distintos servicios que el Ayuntamiento presta, entiéndase tasas de ámbito local, con lo que todo queda, perdón, todo quedará en casa en el momento en que nuestra Corporación Local decida, tras más de 4 meses, hacerlas efectivas.
No se puede obviar que el espectro de afectados se extiende más allá de autónomos y pymes ya que los propietarios de los locales que reciben una renta por subarrendamiento tienen que afrontar la realidad de que el autónomo que desempeña su actividad no está pudiendo generar, de manera temporal, recursos suficientes para hacer frente al total de los gastos. De la obligada negociación entre arrendador y arrendatario sobre la posibilidad de rebajar, temporalmente, la cuantía del alquiler, una solución para aquellos propietarios que se puedan permitir ayudar con la rebaja o condonación de parte de este, sería que, desde el Ayuntamiento, se subvencionara un porcentaje del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) al año siguiente, previa acreditación de la renta dejada de percibir. La propuesta descrita no es nueva, ni la plantea Somos Lorca Somos Región, es una propuesta de los propios autónomos que ya fue recogida por alguno de los grupos que forman parte de la Corporación Municipal y que ni siquiera ha sido abordada, a pesar del número de autónomos y propietarios que podrían beneficiarse en la excepcional situación que nos toca vivir.
Que el actual escenario de crisis sanitaria y económica no es fácil de gestionar es una obviedad que no debe servir de excusa para no cumplir el mandato que los lorquinos dieron en las urnas al actual equipo de gobierno, para trabajar y defender los intereses de sus vecinos. Creemos que no hay mejor forma de llevar a cabo su cometido que escuchando y atendiendo las necesidades reales de los sectores que conforman nuestra sociedad. Opinamos que tanto los grupos políticos que ostentan la responsabilidad de gobierno en nuestra ciudad, como quien desempeña la labor de oposición, deberían mejorar la capacidad de escuchar, con seriedad, y atender, de forma efectiva, aquellas propuestas de quienes sufren en primera persona las consecuencias derivadas, en buena medida, de la crisis sanitaria. Es en momentos difíciles cuando mayor proximidad se debe tener, que no aparentar, con quienes peor lo están pasando. Además de anunciar medidas, pedimos a los responsables de la gestión municipal que se preocupen también de implementarlas con agilidad y eficacia para que sean una realidad en el momento en que son necesarias, ahora.