Desde la Plataforma por la Calidad del Paisaje creemos que suprimir o retrasar las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), si priorizamos la salud pública, no es la solución
El pasado fin de semana vimos en La Opinión de Murcia unas declaraciones de nuestro Alcalde de Lorca, Pencho Gil, rechazando la implementación de Zonas de Bajas emisiones para las que han llegado de fondos europeos tres millones doscientos venticinco mil euros, "para evitar 20.000 multas al día en Lorca". Según el Alcalde, se plantea pedir una moratoria para "rediseñar el plan y buscar el consenso con vecinos, comerciantes y hosteleros". Se trata de una plan que además de las zonas de bajas emisiones, sirve para mejorar urbanísticamente de manera notable diversas áreas de la ciudad, como el necesitado Casco Histórico pero que, estando sugerido dicho plan, aún no está totalmente definido, pues para ello es necesaria una ordenanza específica que falta redactar y que podría incluir, por ejemplo, el libre acceso a todas las personas que aparquen su coche en un parking público. Desde la Plataforma del Paisaje se piensa que el lugar idóneo para estos consensos, lo tenemos en el Consejo Social de la Ciudad, donde además de los sectores mencionados por el Alcalde y de los partidos políticos, hay diversas personas expertas de diferentes disciplinas y más entidades que deben de tener la oportunidad de participar, en una decisión que en el fondo es más propia de técnicos en medioambiente y sanidad. No se concebiría por ejemplo que las soluciones ante una pandemia las tomara exclusivamente determinados sectores de la ciudadanía. Y la contaminación es un problema que podría estar causando más incidencia sanitaria y mortalidad que el COVID-19.
Desde la Plataforma del Paisaje, que agrupa a trece asociaciones de Lorca, recordamos que si la prioridad es la sanidad, además de reclamar mejor atención médica e instalaciones hospitalarias, hay que dar la suficiente importancia a la prevención y hacer pedagogía entre la población de las consecuencias de vivir en una ciudad contaminada. Una ciudad con menos gases contaminantes y con menos partículas en suspensión (PM-2,5 y PM-10) es una ciudad con menos infartos, menos insuficiencias respiratorias, menos alérgicos y enfermos de asma a los que se les complica su cuadro clínico, menos cánceres e ictus… y esto hay que explicarlo y no ignorarlo ni restarle importancia, sino medirlo y ofrecer los datos a la población para que tome conciencia del problema y comprenda las medidas para paliarlo, por incómodas que parezcan al principio.
¿Cuántas muertes al año podríamos evitar en Lorca?
Las muertes en España por la contaminación del aire las cifra la Agencia Europea del Medio Ambiente en 30.000 personas anuales, de las 420.000 que se calcula fallecieron en toda Europa. El tráfico es una de las principales fuentes de contaminación atmosférica, en especial por contaminantes nocivos como el dióxido de nitrógeno y las partículas en suspensión, de acuerdo con el informe de la AEMA «Air quality in Europe – 2018en» (La calidad del aire en Europa – 2018).
En Lorca los peores niveles de contaminación del aire, según el informe anual de Ecologistas en Acción, se registran en la contaminación por ozono y partículas en suspensión, además del amoniaco que generan en las pedanías el elevado número de grandes granjas porcinas establecidas en el municipio.
Sería muy oportuno destinar parte de esos 3,25 millones de euros en reflejar pantallas en las principales avenidas de Lorca informando en tiempo real las cifras de contaminación para que nos hagamos una idea de las "papeletas que compramos cada día para sufrir alguna patología grave asociada a la contaminación". Y en la Avenida de Juan Carlos, el cruce de San Diego, Avenida Europa y Adolfo Suárez son avenidas donde la contaminación se puede sentir claramente y en las que las partículas súper finas adquieren con frecuencia picos muy por encima de los recomendados por la OMS y que has sido medidos por LorcaBiciudad gracias a su participación en 2022 en el proyecto Cycling with clean air -en castellano PEDALEANDO CON AIRE LIMPIO- con la Coordinadora Estatal en defensa de la bicicleta, ConBici, evaluando la calidad del aire en tiempo real en otras 14 ciudades españolas por zonas donde habitualmente se mueven ciclistas y ciudadanía, usando monitores móviles de partículas PM2,5.
A modo comparativo, Granada es una ciudad que ya implantó hace tiempo serias restricciones al tráfico en su casco histórico y Pontevedra, que con 84.ooo habitantes es una ciudad similar a Lorca, que en los años 90 era una urbe congestionada atravesada por dos carreteras nacionales, es hoy una ciudad sin apenas coches que ha entregado el protagonismo a los peatones y se ha convertido en un referente mundial, con cero víctimas mortales por atropello en una década y que ha extraído el tráfico innecesario de la ciudad, en la que sólo se puede aparcar 15 minutos en superficie de manera gratuita para recoger a una persona dependiente o un paquete de un comercio y 30 minutos en carga y descarga. Para estacionamientos de más tiempo, están los parking de pago y los estacionamientos gratuitos periféricos, distantes del centro a 10 o 15 minutos caminando. ¿Podremos aspirar a una Lorca así?