Las altas temperaturas y pequeños remolinos de viento ocasionaban algún resquebrajamiento en ejemplares con cierta edad
En un olmo de las Alamedas se realizaba un amarre de seguridad para evitar el desprendimiento de una rama
El edil Antonio David Sánchez aseguraba que "en los últimos días se está dando una combinación de factores nada favorable, calor intenso, exposición continuada y puntuales rachas de viento que no benefician a nuestra flora"
Un arborista de Parques y Jardines está realizando un seguimiento a los ejemplares susceptibles de sufrir fatiga y estrés térmico en Lorca. "Las altas temperaturas, de los continuos episodios de 'ola de calor' de las últimas semanas están provocando resquebrajamientos y desgarros en algunos ejemplares de gran tamaño de la Ciudad, pero también de las pedanías. Se están examinando con minuciosidad la totalidad de los árboles para detectar estas situaciones e intentar poner remedio cuanto antes", afirmaba este viernes el concejal de Parques y Jardines, Antonio David Sánchez.
Entre los árboles a los que se está prestando especial atención situaba los de las Alamedas. "Los técnicos realizaban un 'amarre' de seguridad en un ejemplar de olmo, en el centro de la Ciudad, pero también se están vigilando árboles en La Campana y en La Hoya, donde se han producido algunos desprendimientos de ramas. Incluso se determinaba la retirada de algunas que presentaban un inicio de resquebrajamiento para evitar posibles riesgos", reseñaba el edil de Parques y Jardines.
En los últimos días, significaba, se producía "una combinación de factores nada favorable, calor intenso, exposición continuada y puntuales rachas de viento que no benefician a nuestra flora, pero, sobre todo, a los ejemplares con cierta edad". Insistía en que los técnicos "han extremado la vigilancia para detectar cualquier cambio su comportamiento. Sobre todo, se están vigilando las zonas de mayor movilidad de personas. Pero también determinadas carreteras con árboles de gran porte. Entre ellas, la carretera antigua de Águilas y la carretera de Pulpí, a la altura de la pedanía de La Campana".
Reconocía que se han retirado algunas ramas en distintos puntos del municipio. Y agradecía la colaboración ciudadana. "Están haciendo una gran labor para prevenir situaciones de riesgo. Estamos hablando de un municipio de grandes dimensiones con un importante número de ejemplares no solo en sus calles, plazas, parques y jardines, sino también en muchas carreteras".
Y explicaba que "el estrés térmico es el efecto acumulativo de la intensidad del calor, el tiempo de exposición y la velocidad a la que aumenta la temperatura. Esto puedo provocar daño en tejidos, disminución de calidad y cantidad de la cosecha e incluso mayor riesgo de mortalidad en las plantas. Genera desequilibrio que puede provocar la rotura de las ramas, como está ocurriendo y hasta un adelanto de la época otoñal con la caída de la hoja. Aunque se riegue con mayor frecuencia la planta transpira más cantidad de agua y el sistema radicular no es capaz de absorber".